El Banco de España tira del crecimiento hasta el 3,1% pese a la DANA y la baja inversión empresarial

Y todo pese a la DANA -que ha supuesto un desembolso de ayudas públicas que hará aumentar el déficit público pero que a nivel macroeconómico tendrá un impacto muy reducido- y a la baja inversión empresarial, detalla el organismo dirigido por José Luis Escrivá. El director de Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, explicó que no tienen una respuesta clara sobre por qué la inversión se ha mantenido «plana» los últimos años, sobre todo teniendo en cuenta los fondos europeos. Pero algunos estudios apuntan a que la incertidumbre en las políticas económicas del Gobierno pueden tener mucho que ver y que las empresas españolas son más «sensibles» a ello que las europeas. Además, las condiciones de crédito se endurecieron en los últimos dos años por la subida de tipos de interés, aunque ahora ya comienzan a relajarse.

A los economistas del Banco de España les sorprende la «intensa» moderación de la inflación en la segunda mitad del año, lo que hará cerrar el año con una tasa media del 2,9%, medio punto inferior al cierre de 2023. La inflación se irá moderando en 2025 (2,1%) y 2026 (1,7%), pero en 2027 el organismo prevé que vuelva a repuntar por la introducción del nuevo régimen de comercio de derechos de emisión de la UE, aunque reconocen que hay un «extraordinario grado de incertidumbre» en torno a ello.

El déficit que se prevé para este año es del 3,4% (cuatro décimas por encima de la previsión del Gobierno) sobre todo por las medidas de apoyo desplegadas como respuesta a la DANA pero como son «transitorias», el director de Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, «no deberían ser tenidas en cuenta» por la Comisión Europea, aunque esto «no está asegurado».

Lo cierto es que las expectativas de déficit público del Banco de España distan mucho de las del Ejecutivo de Pedro Sánchez, no solo para este año por la DANA. Para 2025, mientras que el Gobierno promete a Bruselas un desajuste del 2,5% del PIB, el Banco de España sigue quedándose en el 2,9%. Para 2026 la diferencia es aún mayor, con un déficit esperado por el Gobierno del 2,1%, mientras que el organismo prevé un déficit que para entonces seguirá en el 2,7%.

Para el año que viene el Banco de España también mejora en tres décimas su previsión de crecimiento, hasta el 2,5%, una décima más que la estimación del Gobierno. Pero considera que no se puede seguir creciendo a este ritmo, sobre todo en el sector exterior, donde parece que ya se está tocando techo. «El turismo nos ha vuelto a sorprender al alza otra vez en 2024, por la demanda embalsada en la pandemia y por cambios de patrones en los hábitos, pero esas tasas de crecimiento tan elevadas se están desacelerando», anunció Gavilán. Es decir, aunque el turismo seguirá siendo «clave» para el PIB español y «no va a retroceder», no podrá aportar tanto como hasta ahora.

En cuanto a la vivienda, el director general de Economía señaló que el problema está «lejos de resolverse», aunque se está corrigiendo gracias a las políticas implementadas para elevar la oferta. Según Gavilán, la oferta está empezando a reaccionar «pero menos de lo que se necesita» y se está acelerando la inversión y la construcción. De hecho, según el Banco de España, el indicador de ejecución de obra apunta a una aceleración de la inversión en vivienda en el cuarto trimestre.

Todo ello en un contexto en el que las compraventas de vivienda se mantienen cerca del nivel alcanzado a mediados de 2022 y en el que el precio de la vivienda creció un 8,1% interanual en el tercer trimestre, una tasa tres décimas superior a la observada en el trimestre anterior.