El presidente de BBVA, Carlos Torres, y el de Banco Sabadell, Josep Oliu, coincidieron este martes en la toma de posesión de José Luis Escrivá como gobernador del Banco de España. Solo se habían visto una vez públicamente desde que el pasado 9 de mayo ... el banco vasco lanzase su opa hostil y, como en aquella ocasión, ambos buscaron un saludo cordial pese a la evidente escalada de tensión que en las últimas semanas se ha saldado con un duro cruce de acusaciones entre las dos entidades.
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«Hemos hablado de anécdotas del verano y amigos comunes», respondían los banqueros a preguntas de los medios allí presentes. No obstante, la sintonía mostrada en su breve charla no oculta que las posturas en torno a la opa, lejos de acercarse, están más alejadas que nunca.
Hace solo unos días, el consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, aseguraba que «la operación ha descarrilado», a pesar de que la misma sigue su curso en términos administrativos, tras recibir el informe de «no oposición» del Banco Central Europeo (BCE).
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José María Camarero
Fuentes del sector apuntan a que estas declaraciones no sentaron nada bien en los despachos de BBVA donde se trabaja para sacar adelante la oferta. De hecho, la propia entidad recordó entonces que «son los accionistas quienes decidirán» el éxito de la misma.
Apenas unas horas después, Torres instó a los inversores del Sabadell a pensar qué pasaría con el valor de sus acciones si la opa no sale adelante, en referencia a la influencia que la operación puede haber tenido en la cotización del banco durante estos meses. Y lo hizo desde Barcelona, en un foro organizado por Esade y en medio de un ambiente hostil ante el rechazo que la posible fusión entre ambas entidades ha generado entre buena parte de la sociedad y las empresas catalanas.
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Desde entonces, la tensión dialéctica ha ido en aumento. Sabadell acusa a BBVA de falta de transparencia en sus estimaciones de ahorros y sinergias; y el banco vasco defiende que la entidad presidida por Josep Oliu le ha negado cierta información para sus cálculos. Información que, en todo caso, no es pública, por lo que -según apuntan fuentes conocedoras- no tiene por qué facilitarse en un proceso de carácter hostil como el actual.
El clima está casi al límite y, según apuntan en el sector, las tiranteces irán a más a medida que transcurran los plazos y las autorizaciones previstas. La más esperada, la de Competencia, que ya ha pedido «paciencia» para el resultado de su análisis. La presidenta del organismo, Cani Fernández, también estuvo presente en el acto de toma de posesión del gobernador, aunque en una posición en la sala más discreta que los principales banqueros del país, que aprovecharon el encuentro para emplazar a Escrivá a un próximo encuentro con todo el sector.
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Además de Carlos Torres y Josep Oliu, también se dejaron ver en los pasillos del Banco de España otros primeros espadas del sector, como la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, o su antiguo compañero y actual presidente no ejecutivo de Unicaja. También el exconsejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, o el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, junto a representantes de empresarios, sindicatos y patronales financieras.
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