El rechazo del Sabadell a BBVA reabre el melón de las fusiones en la banca española

El veto de la entidad presidida por Josep Oliu sobre la de Carlos Torres ha dejado resaca en ambas entidades pero también en el resto de los bancos, muy pendientes de la operación en un contexto que vendrá marcado por las rebajas de tipos de interés y, por tanto, de una reducción de los márgenes tras los beneficios récord conseguidos en el último año, superior a los 26.000 millones entre la decena de grandes grupos bancarios.

Incluso el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, se ha visto obligado a hacer alguna referencia sobre la frustrada operación, aunque no ha querido valorar explícitamente los acontecimientos de los siete últimos días entre BBVA y Sabadell.

Durante su comparecencia en el Congreso, sí ha dejado claro que, tras 15 años de intensa unión bancaria en España -donde hemos pasado de 55 entidades a apenas una decena- puede ser un buen momento para «prestar mayor atención» al «grado óptimo de concentración bancaria».

Un ejemplo es el margen de clientes, cuyo crecimiento -aunque sigue siendo positivo- se ha moderado en los últimos meses en todo el sector con el repliegue del euríbor. Varias entidades han reconocido que esa métrica se quedará prácticamente plano en los próximos trimestres.

La ecuación es clara: hay que aprovechar la resistencia del crecimiento económico para ganar terreno en la actividad crediticia. Y aquí, la absorción de Sabadell ayudaría a BBVA a mantener ese crecimiento. En concreto, el segmento de las pymes y empresas era una de las grandes aportaciones que BBVA buscaba en Sabadell para crecer en España.

El mercado también valora ya otro tipo de movimientos, con el foco de nuevo centralizado en Unicaja, a la que ya se apuntó como objetivo de Sabadell hace tan solo un par de meses. Sin hacer tanto ruido como los dos grandes protagonistas bancarios de la semana, la entidad malagueña ha subido en Bolsa un 3,5% desde que se conoció la operación, alcanzando en la semana los 1,28 euros por acción, máximos desde 2018.

«Unicaja podría ser objetivo de ambas entidades. Mientras que, para Sabadell, le permitiría recortar terreno con los tres grandes de nuestro país, para BBVA cumpliría algunos puntos interesantes, dado su exposición en España y el crecimiento de los márgenes de la cuenta de resultados a doble dígito», explican los analistas de XTB.