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Madrid
Jueves, 1 de julio 2021, 14:06
Mucho se tienen que torcer las cosas para que el Banco Central Europeo (BCE) no cumpla con su intención de levantar el veto al dividendo en el sector bancario a la vuelta del verano. En una intervención ante el Parlamento Europeo, la presidenta del organismo, ... Christine Lagarde, ha explicado que la buena marcha de la recuperación permite confiar en que las restricciones se levantarán en la reunión de septiembre, con lo que los bancos tendrán libertad absoluta para realizar sus pagos desde el mismo mes de octubre.
Es cierto que Lagarde ha dejado claro que la medida se tomará siempre que las condiciones financieras y económicas no se deterioren hasta entonces. Pero explica que los «rápidos avances» en las campañas de vacunación «han reducido la probabilidad de escenarios severos».
Es decir, los bancos podrán en apenas tres meses recuperar toda la libertad para establecer sus políticas de dividendos, que este año han estado marcadas por la presión regulatoria para seguir manteniendo la prudencia, también en las recompras de acciones, frente al impacto de la crisis sobre el capital.
Fue el 27 de marzo de 2020, en plena pandemia, cuando el BCE prohibió el reparto de dividendos con el objetivo de que las entidades destinasen todo su capital a prestar a familias y empresas. La decisión sentó muy mal en un sector ya de por sí muy regulado y que acumulaba una larga temporada de castigo en Bolsa por el impacto en su negocio de los tipos negativos.
La banca se consideró seriamente discriminada en una crisis en la que habían demostrado fortaleza en los niveles de capital y de solvencia, con una medida que no se había tomado en ningún otro sector también afectado por la pandemia como el turismo. Pero no hubo nada que hacer. El 'café para todos' se impuso en el sector y la huida de los inversores se aceleró durante esos primeros meses de la medida.
Más adelante, el pasado 15 de diciembre, el BCE levantó algo la mano estableciendo un dividendo máximo del 15% del beneficio ordinario de 2020 o una cifra que no sobrepase los 0,20 puntos de la ratio de capital CET 1, la opción más baja de las dos. Y con este criterio se han establecido las políticas de reparto de este año.
Ahora, las entidades quieren compensar a unos accionistas a los que, al menos, les queda el consuelo de la recuperación que el sector ha vivido en Bolsa desde octubre de 2020. De momento, las palabras de Lagarde ya han servido para agitar las cotizaciones diarias de estos valores, con subidas de casi el 3% para BBVA o cercanas al 2% para Banco Santander.
Lagarde hizo estas declaraciones como representante de la Junta Europea de Riesgos Sistémicos (JERS) ante el Parlamento Europeo, que analizará el asunto en su reunión del 23 de septiembre. Pese al optimismo, tanto la presidenta del BCE como el presidente del consejo de supervisión, Andrea Enria (también presente en el encuentro) han advertido de que la incipiente recuperación aún se enfrenta a riesgos, principalmente sanitarios con las mutaciones del virus.
«En la fase actual de la pandemia, nuestras preocupaciones sobre la estabilidad financiera están cambiando desde los riesgos de liquidez en el sector empresarial no financiero hacia las vulnerabilidades en los balances de este mismo sector», han indicado.
Esto se debe, ha añadido, a que el «fuerte» crecimiento de los créditos al inicio de la crisis, unido a «medidas generosas de apoyo a la liquidez», ha derivado ahora en altas tasas de endeudamiento del sector empresarial, algo «especialmente cierto» par pequeñas firma y sectores «vulnerables».
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