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Apenas un mes después de que el Banco Central Europeo (BCE) despidiera el verano con una subida de tipos de interés, la institución presidida por Christine Lagarde ha vuelto a dar una vuelta de tuerca a la política monetaria con otro alza del precio del ... dinero, hasta el 2%. En menos de un año, los ciudadanos han pasado de permanecer tranquilos con las cuotas de los créditos contratados a preocuparse de forma intensa ante una escalada que, por ahora, no tiene fin. Hipotecas y préstamos más caros; depósitos casi sin remunerar; y deuda del Estado más elevada son las grandes consecuencias de la medida recién aprobada por el BCE.
200 euros más al mes para muchas hipotecas
La primera consecuencia de la subida de tipos será una cuota hipotecaria más cara que hasta ahora. De hecho, este alza ya ha sido palpable en una parte de los préstamos para vivienda, los que han tenido que ser renovados en las últimas semanas. Esos créditos ya han incorporado la subida del euríbor, que ha sido el paso previo a la decisión del BCE. El indicador hipotecario con el que se calculan la mayor parte de las hipotecas a tipo variable en España ha pasado de estar en el -0,5% a principios de año a situarse este mismo jueves en el 2,6%.
Esta evolución provocará que la cuota mensual de una hipoteca media (145.000 euros a 24 años con un diferencial de un punto sobre el euríbor) pase de unos 530 euros hasta los 750 euros en la próxima revisión. Al año supondrá un gasto extraordinario por familia de 2.600 euros. En el caso de quienes estén hipotecados con un tipo fijo, se libran de cualquier cambio: seguirán pagando la misma cuota que tenían contratada. La ventaja de esta modalidad es que amortigua las épocas de subidas de tipos, aunque no se beneficia de años en los que los intereses estén bajos, como ha ocurrido en la última década.
Compras más caras antes de Navidad
Quienes tiraran de crédito en las compras que realizaron las pasadas Navidades, pagaron un interés mínimo en años para este tipo de operaciones: el 5,6%. La evolución de la anterior crisis provocó que la financiación fuera más barata a medida que pasaban los años. Que la adquisición de un vehículo nuevo, mobiliario para el hogar, electrodomésticos o viajes, entre otras muchas compras, era competitiva. Sin embargo, a medida que la decisión del BCE se ha ido acercando, financiar estas operaciones ha sido cada vez más elevado. Seis meses después de aquella Navidad, con el verano en pleno funcionamiento, un crédito al consumo ya cuesta más de un 7% (un 7,09%, concretamente) en intereses, prácticamente el mismo nivel que en 2017.
Depósitos aún sin cambios
Durante la última década, quienes han ahorrado dinero en sus cuentas corrientes o a plazo han visto cómo sus bancos apenas les han ingresado dinero por la rentabilidad de estos productos. De hecho, las comisiones han provocado que en muchos casos esa rentabilidad haya sido técnicamente negativa. Incluso algunas empresas grandes han tenido que pagar a las entidades por tener dinero en sus depósitos. Esta situación ha comenzado a cambiar desde que en julio el BCE decidiera iniciar la subida de tipos. Pero lo está haciendo muy lentamente. Al menos de forma muchísimo más sosegada que lo que están subiendo los tipos de los créditos.
Hasta el pasado mes de agosto (el último dato disponible en el Banco de España), la remuneración media de los depósitos en España se situó en el 0,06%, frente al 0,04% que venía arrastrando durante los dos últimos años. Es un alza mínima, aunque sí refleja las ofertas que están lanzando algunas entidades bancarias para remunerar mejor sus productos de ahorro y, sobre todo, atraerse nuevos clientes.
Deuda pública más costosa
La decisión del BCE también implica que el Estado tendrá que destinar más dinero a financiar la deuda pública que emita para sostener la economía española. En las últimas subastas, el Tesoro ya ha tenido que pagar más intereses por las emisiones de deuda, ante la presión de los inversores. El coste del bono español a 10 años se encuentra ya en el 3,2%, frente al 2,7% de septiembre. Hace apenas tres meses, se situaba por debajo del 1,5%. Para este año, el Estado gastará más de 30.000 millones de euros en intereses, una cifra que previsiblemente y con esta nueva subida de tipos, se incrementará de cara a 2023.
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