El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos. R. C

Guindos avisa de que familias y empresas tendrán problemas para devolver sus deudas

El vicepresidente del BCE alerta de la frágil perspectiva de estabilidad financiera por el empeoramiento de la economía europea

Miércoles, 22 de noviembre 2023, 12:21

La espiral de tipos de interés que están sufriendo los ciudadanos desde hace año y medio comienza a hacer mella en la tranquilidad de las familias y empresas a la hora de devolver los préstamos que tienen contratados. A pesar de que las tasas de ... morosidad siguen en mínimos, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha avisado de qeu las perspectivas financieras son débiles y que «se está poniendo a prueba la capacidad de las personas, las empresas y los gobiernos para pagar su deuda».

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Así lo ha indicado el exministro de Economía en la presentación del informe de estabilidad financiera del BCE, en el que indica que las perspectivas de la zona euro siguen siendo frágiles, ya que las condiciones financieras más estrictas se están haciendo notar cada vez más en la economía real en un entorno de crecimiento débil, alta inflación y mayores tensiones geopolíticas.

Los avisos llegan con los tipos de interés anclados en el 4,5% a la espera de la última reunión del BCE antes de que finalice el año -está prevista a mediados de diciembre- cuando decidirá qué hacer con el precio oficial del dinero. Por ahora, a tenor de las últimas intervenciones de la presidenta de la institución, Christine Lagarde, no parece que los tipos vayan a volver a subir este año. Todo dependerá de los niveles de inflación, que han vuelto a bajar hasta el 2,9% en la zona euro hasta octubre.

Por su parte, el euríbor sigue anclado en el entorno del 4%, dos décimas menos que el máximo alcanzado en septiembre, cuando llegó a superar el 4,20%, en el peor momento de las subidas de tipos de interés.

En este sentido, el documento advierte de que los mercados financieros y las instituciones financieras no bancarias siguen siendo muy sensibles a nuevos acontecimientos negativos y sus vulnerabilidades podrían quedar expuestas ante sorpresas negativas en las condiciones económicas. Al mismo tiempo, considera que los fondos de inversión y otras instituciones financieras no bancarias siguen siendo vulnerables a los riesgos de liquidez, crédito y apalancamiento, lo que pone de relieve la necesidad de reforzar su resiliencia desde una perspectiva macroprudencial.

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Además, el BCE avisa de que si bien las condiciones financieras y crediticias más estrictas se traducen cada vez más en mayores costes del servicio de la deuda, «el impacto total en la actividad económica aún no se ha materializado», dada la extensión general de los vencimientos de los préstamos en todos los sectores económicos cuando las tasas de interés eran muy bajas.

El banco central apunta que tanto los sectores financieros como los no financieros podrían enfrentar desafíos en el futuro a medida que estos costes aumenten y advierte de que el efecto «ya es visible en el sector inmobiliario de la zona euro», que están experimentando una recesión. «En los mercados inmobiliarios residenciales, la caída de los precios se ha visto impulsada por el deterioro de la asequibilidad a medida que aumentan los costes de financiación hipotecaria», señala el BCE.

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En el caso de los mercados de bienes raíces comerciales, la entidad apunta que los efectos del aumento de los costes de financiación se han visto reforzados por una demanda estructuralmente menor de propiedades para oficinas y comercios después de la pandemia.

En cuanto al sector bancario, el informe destaca que los bancos de la zona euro han demostrado ser resistentes a las crisis desde la pandemia y su rentabilidad ha ido aumentando. No obstante, avisa de que las entidades bancarias de la eurozona enfrentan vientos en contra provenientes del esperado aumento de los costes de financiación a medida que transfieran gradualmente las tasas de interés más altas a los depositantes y la composición de su financiación se desplace de los depósitos a la vista hacia depósitos o bonos a plazo más caros.

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A pesar de estas amenazas, el BCE concluye que, en general, el sistema bancario de la zona euro «está en buenas condiciones para resistir estos riesgos», destacando que las autoridades macroprudenciales han aumentado los requisitos de reservas en los últimos meses para fortalecer a los bancos.

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