Uno de cada cuatro clientes bancarios no presta atención al riesgo al operar por internet

Así lo indica la Encuesta sobre Ciberseguridad y hábitos de uso de canales digitales, elaborada por CECA, en la que se se indica cómo es la población más joven la que menos atención presta a estos consejos. Un 42% de los clientes hasta 29 años reconocen esta realidad. Mientras que en el caso de las personas mayores, las de más de 65 años, apenas un 12% hace caso omiso a estas recomendaciones por parte de su banco. En términos generales, la mitad de la población admite que «se fija» en esas medidas de protección.

Por otra parte, a pesar de los continuos problemas a los que se enfrenta una parte de los clientes con estafas e incluso hurto digital de parte de su dinero, un 20% de los encuestados en este estudio de CECA considera aún que su entidad puede contactar con ellos por canales no oficiales, como el correo electrónico, el mensaje SMS e incluso el Whatsapp, para solicitarle claves de acceso o contraseñas de banca digital. Y ello a pesar de la insistencia de la banca para que no ofrezcan este tipo de datos sensibles en esos canales digitales.

En cualquier caos, la mayoría de los entrevistados (más de un 65%), sí que toma medidas adecuadas para proteger su seguridad digital. Se trata de una buena práctica extendida sobre todo entre los mayores de 65 años, que suelen ser los más «disciplinados» en este sentido, al realizar un uso menos frecuente de los canales digitales y, por tanto, son más preventivos.

Una gran proporción de los fraudes que se producen se deben a la denomianda como ingeniería social, basadas en el engaño y en la confianza de la víctima para que revelen las claves, efectúen pagos en favor de un tercero o se bajen archivos maliciosos. La encuesta revela que estas técnicas son las más habituales para un 73% de los clientes. «Esta situación plantea un desafío porque este tipo de ataques difícilmente pueden ser prevenidos por vías tradicionales porque no aprovechan una brecha informática, sino una brecha psicológica, al basarse en el engaño», explica Alberto Aza, portavoz de CECA. «Hay que concienciarles y formarles en materia de ciberseguridad», insiste.

Por otra parte, las medidas de protección más utilizadas por los españoles son la actualización de sus dispositivos (un 57% del total) y las propias aplicaciones (un 50%), seguido por la activación de los antivirus (un 37%). Además, evitar la navegación en redes públicas (a través de wifi) es una práctica que reconoce seguir de manera asidua la mitad de los encuestados.

Entre las medidas más habituales de protección a la hora de operar se encuentra la activación de las notficicaciones de movimientos en las cuentas; el uso de datos biométricos de acceso (por ejemplo, con la huella dactilar) o proteger las contraseñas eivtando grabarlas en dispositivos y cambiándolas periódicamente.