Secciones
Servicios
Destacamos
La compleja tramitación parlamentaria de la pretendida reforma fiscal del Gobierno mantiene en vilo a la banca, que aún desconoce si finalmente saldrá adelante la prórroga del impuesto al sector. Un gravamen que ya empieza a afectar a los planes a medio plazo de las ... entidades. Así quedó patente este martes en la presentación del Plan Estratégico 2025-2027 de Caixabank, una de las entidades que se vería más afectada por el gravamen y que ha asumido el coste del tributo en los cálculos para su nueva hoja de ruta de los próximos años.
Aunque habrá que esperar hasta el jueves para comprobar si finalmente hay acuerdo en el Congreso, el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, explicó que en este plan estratégico se ha asumido un impuesto «con relevancia similar al de los dos últimos años». Teniendo en cuenta que esa cifra ronda los 500 millones de euros anuales, el banco estaría calculando un impacto total de 1.500 millones de euros hasta 2027. En todo caso, Gortázar matizó que no cambiarán su plan estratégico según se diseñe esta figura, si finalmente sale adelante. «Cambia a diario, igual que las previsiones de los tipos de interés», ironizó.
El directivo se mostró especialmente crítico con la falta de consenso político, advirtiendo que «se necesita estabilidad y la actual aritmética parlamentaria hace muy difícil» llegar a esos acuerdos que, a su juicio, «provocan situaciones que no son óptimas».
Gortázar ha sido uno de los banqueros más críticos con este impuesto, que llegó a calificar de 'Tasa CaixaBank', advirtiendo del impacto que la misma tendría en el crédito, aunque desde la entidad no hacen estimaciones en este sentido.
Sí las han hecho las principales patronales del sector, AEB y CECA, que estiman una contracción de 50.000 millones de euros en la financiación a familias y empresas por el gravamen. Este mismo martes, la presidenta de la AEB, Alejandra Kindelán, volvió a hacer alusión a esa cifra, reclamando «procesos normativos ordenados y transparentes que den confianza a los ciudadanos, a los inversores y al mercado», en referencia al caos parlamentario vivido en los últimos días con esta y otras medidas fiscales.
«El impuesto tendrá consecuencias negativas porque implica la fragmentación del mercado español, con la diferente aplicación por comunidades autónomas, y supone el señalamiento al sector bancario, esencial para el progreso económico y social», aseguran desde la patronal.
En el caso concreto de CaixaBank, Gortázar estima un impacto del 1% anual en la rentabilidad del banco si se prorroga el tributo, lo que complicaría su objetivo de conseguir una rentabilidad media por encima del 15% en los tres años de su nuevo plan estratégico, que alcanzaría el 16% en 2027. «Si el resultado de la negociación parlamentaria es peor, nos costará más cumplir el plan, mientras que si es mejor, nos costará menos... no podemos estar cambiando nuestras previsiones cada día«, sentenció el directivo.
El banco busca aprovechar el buen entorno macroeconómico para crecer en crédito y contrarrestar el impacto de la bajada de tipos de interés en sus resultados. En su nueva estrategia, la entidad reconoce que su margen de intereses bajará en 2025 y al final del periodo, en 2027, se mantendrá en los 11.000 millones de euros, la misma cifra con la que prevé cerrar este ejercicio.
En todo caso, el banco confía en ganar cuota para compensarlo, con la previsión de usmar 800.000 nuevos clientes y crecer a un ritmo del 4% anual en crédito. «Que CaixaBank crezca rápido es bueno para la entidad, pero también para la economía española», indicó Gortázar durante la presentación del plan.
Dentro de este segmento, el crédito al consumo será uno de los ejes del plan, con la previsión de elevar el ritmo de captación a más del 6% anual durante el desarrollo del plan estratégico. Un crecimiento que será, según las previsiones, del 5% en empresas y del 2% en hipotecas, donde aspira a mantener un 25% de cuota de mercado. CaixaBank también se ha marcado el objetivo de crecer a un ritmo anual del 6% en gestión patrimonial (fondos de inversión, de pensiones y seguros) de sus clientes.
Todo en un entorno macroeconómico favorable que contribuirá a mantener la morosidad a raya, por debajo del 2%. En sus previsiones, CaixaBank espera un crecimiento de PIB del 2,8% para este año -que no se verá afectado por el impacto económico de la Dana- y que se mantendrá al 2% durante el desarrollo del plan estratégico. Por otro lado, estiman que la inflación se mantendrá en el entorno del 2% los próximos tres años y la tasa de paro pasaría del 11,6% previsto para 2024 al 10,5% a finales de 2027.
Las expectativas del grupo también pasan por que la subida del precio de la vivienda vaya desacelerándose, desde el 5,1% previsto para este año, al 3,6% en 2025, el 2,6% en 2026 y el 2,4% en 2027.
Gortázar presentó estas cifras junto al director de Planificación Estratégica y Estudios de la entidad, Enric Fernández, en un momento clave tras el reciente anuncio de la salida del banco de su todavía presidente José Ignacio Goirigolzarri, que el próximo 1 de enero será sustituido por Tomás Muniesa en el cargo.
Con este escenario, y tas los cambios en la cúpula, el consejero consejero delegado de CaixaBank descartó un cambio en el consejo que derive en una fuerza mayor del Estado en su capital, donde cuenta con una participación del 18% a través del FROB. Un peso que, tras las recientes recompras de acciones, había hecho especular al mercado con la posibilidad de reclamar un nuevo sillón en el consejo de la entidad.
«No tengo confirmación de que esto vaya a cambiar a futuro», indicó Gortázar que, en todo caso, insistió en que se sienten «absolutamente cómodos» con la participación pública en el banco.
«El nuevo plan despliega una estrategia de crecimiento basada en la captación, fidelización y vinculación de los clientes», añaden desde la entidad. «La intención es afianzar una dinámica de incremento del número de clientes bancarios en la que imagin, la plataforma digital de CaixaBank que ofrece servicios financieros y no financieros para jóvenes, continuará siendo clave para aumentar la base actual. Se prevé impulsar nuevos productos y servicios a la vez que se ofrece una óptima calidad de atención al cliente», añaden.
En cuanto a la política de retribución al accionista, el nuevo Plan Estratégico recoge el compromiso de repartir en dividendos entre el 50% y el 60% del beneficio neto consolidado, con un dividendo a cuenta cada año, y distribuir el exceso de capital CET1 por encima del 12,5%.
En su actual plan estratégico, CaixaBank se comprometió a distribuir 9.000 millones entre sus accionistas, una cifra que poco después elevó a 12.000 millones ante la positiva evolución del negocio, muy beneficiado también -como en el conjunto del sector- por el ciclo de subidas de los tipos de interés. De esa cifra, la entidad ya ha ejecutado unos 9.500 millones entre dividendo y recompra de acciones.
Esta era una de las grandes claves que el mercado esperaba del nuevo plan estratégico, tras un 2024 en el que la cotización del banco se ha disparado cerca de un 70% hasta los 5,6 euros por acción al cierre del lunes, convirtiéndose en el segundo mejor valor del Ibex-35 del ejercicio, solo por detrás de Sabadell (+76%). Tras anunciar su nueva guía hasta 2027, sin especificar una cifra concreta de retribución, los títulos del banco cayeron un 5,27% hasta los 5,39 euros. «Es un plan realista, con una evolución muy positiva en fundamentales y en Bolsa y un cierto ajuste o toma de beneficios en este momento no es descartable; seguiremos explicando este plan», indicó Gortázar.
La lógica invita a pensar que la carrera alcista del sector podría frenarse en los próximos meses, a medida que las bajadas de los tipos de interés del BCE vayan trasladándose con impacto negativo al margen de las entidades.
Pero la entidad confía en que el nuevo plan estratégico suponga un nuevo revulsivo para el valor, con algunos analistas como Jefferies otorgando un precio objetivo al banco de 6,2 euros por acción.
Con la aceleración de la transformación, CaixaBank prevé invertir más de 5.000 millones de euros en tecnología durante el despliegue del plan. «Se desarrollarán las capacidades comerciales y de servicio de la mano de la inteligencia artificial generativa y se renovarán canales e infraestructuras que garantizarán la resiliencia del Grupo en el futuro», indican.
La previsión también pasa por incorporar a 3.000 jóvenes en el periodo 2025-2027, la mayor parte con perfiles técnicos, con el objetivo de incorporar a 1.000 personas a CaixaBank Tech. «Para poder llevar a cabo esta transformación, es necesario atraer y fidelizar el mejor talento, promover la cultura de cercanía, agilidad y colaboración, y aunar las virtudes de la experiencia y la juventud», añaden.
Por otro lado, y en el marco de su apuesta por la sostenibilidad, CaixaBank se ha fijado un nuevo reto de movilizar entre 2025-2027 más de 100.000 millones de euros en finanzas sostenibles. En este punto, la entidad también buscará capturar la oportunidad de negocio entre los particulares, ofreciendo un ecosistema digital con una plataforma integradora de servicios ligados al hogar eficiente; un abanico ampliado de productos verdes; un servicio de asesoramiento en reformas energéticas; y, finalmente, potenciar las alianzas con fabricantes de coches eléctricos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.