Banco Santander recuperará el dividendo habitual tras consolidar su recuperación

La entidad presidida por Ana Botín ha avanzado que el grupo tiene la intención de aprobar en septiembre un dividendo que supondrá entre el 40% y el 50% del beneficio (lo que se denomina como 'pay out'), cuando decaiga la recomendación vigente del BCE. Santander ha sido uno de los bancos que más ha insistido estos últimos meses en recuperar esa senda del reparto del dividendo. Ahora lo anuncia. Y tras el verano, con la autorización del consejo, lo pondrá en marcha.

«Lo normal es que el consejo tome la decisión sobre el dividendo en septiembre», ha explicado Álvarez. «Lo normal que paguemos dividendo a principios de noviembre y, por tanto, la decisión tiene que ser tomada en septiembre en condiciones normales y espero que así sea», ha apuntado el consejero delegado. En este sentido, descarta que el BCE vaya a poner trabajas a que Santander remunere así a sus accionistas. «Dada la fortaleza del negocio y la calidad del balance, no creo que el BCE vaya a poner particulares problemas a que una entidad como Santander tenga una política de dividendo que yo considero prudente», ha afirmado.

De hecho, en el segundo trimestre ha reservado 18 puntos básicos de capital, equivalente al 50% del beneficio ordinario del trimestre, para una posible remuneración a los accionistas, y seguirá reservando este nivel de capital a lo largo del año. Las acciones del Santander ceden a estas horas más de un 2% en la Bolsa, convirtiéndose en el valor con peor comportamiento del mercado bursátil.

La semana pasada, el BCE tomaba finalmente una decisión salomónica sobre la posibilidad de que los bancos puedan reanudar el reparto de dividendos entre sus accionistas el próximo año. Su consejo de supervisión ha autorizado a las entidades remunerar a los accionistas, aunque con importantes limitaciones: los que decidan hacerlo no podrán destinar más de un 15% de sus beneficios (el denominado como ratio 'payout') a pagar dividendos.

Por primera vez desde que comenzó la pandemia, el banco no ha realizado provisiones extraordinarias debido a la mejora de los escenarios macroeconómicos sobre los que hizo sus estimaciones el pasado año. En este contexto, el grupo ha registrado un beneficio atribuido de 3.675 millones de euros en el primer semestre de este año, frente a una pérdida de 10.798 millones de euros en el mismo periodo del ejercicio anterior. Entonces, en plena crisis del coronavirus, la entidad realizó una actualización sin efecto en caja del fondo de comecio (el valor intrínseco del negocio) y de los activos fiscales diferidos (un beneficio tributario que permite reducir el pago de impuestos y materializarlos a futuro).

Excluido ese cargo neto por valor de 530 millones de euros por costes de reestructuración (las salidas de personal y sus correspondientes indemnizaciones) anunciado en el primer trimestre de 2021, el beneficio ordinario del primer semestre fue de 4.205 millones de euros, un 153% más que en el mismo periodo del año anterior.

Este es el mayor beneficio ordinario de Santander en un primer semestre desde 2010, según ha anunciado la entidad. La presidenta del grupo, Ana Botín, ha señalado en un comunicado que la entidad «va en línea para superar el objetivo de rentabilidad para el año». Botín considera que el banco sigue desempeñando un papel fundamental en la recuperación económica.

Ana Botín ha indicado que «en el segundo trimestre, obtuvimos buenos resultados una vez más, con un crecimiento del margen neto del 13% gracias a una evolución muy positiva en todas las geografías, sobre todo Estados Unidos y Reino Unido, y en todos los negocios».

En concreto, el banco registró un beneficio atribuido de 2.067 millones de euros durante el segundo trimestre, lo que supone un aumento del 28,5% respecto al mismo periodo del año anterior. «En un momento en el que nuestros clientes nos necesitan más que nunca, continuamos apoyándoles y así lo refleja otro aumento del volumen de créditos y depósitos en el trimestre», ha indicado Botín.

La entidad considera que los resultados demuestran «una vez más» la importancia de la diversificación geográfica y de negocio de Santander: sus tres regiones (Europa, Norteamérica y Sudamérica) contribuyeron de forma similar al beneficio del grupo.

Sin embargo, España sigue quedando rezagada por el peso que tiene el sector turístico en la economía. De hecho, es la división que presenta mayor caída del crédito, más morosidad (6,2%), menor eficiencia (49,4%), y más baja rentabilidad (5,2% de Rote). Por este motivo, el banco liberará las provisiones que realizó en 2020 «hasta tener mayor visibilidad».

El beneficio ordinario del primer semestre estuvo cerca de triplicarse en Europa, hasta 1.426 millones de euros (+172%), y en Norteamérica, hasta 1.628 millones de euros (+178%), mientras que creció un 41% en Sudamérica, hasta 1.645 millones de euros.

En el caso concreto de Estados Unidos, el grupo alcanzó un beneficio récord de 1.291 millones de euros en el semestre, lo que refleja el éxito de la estrategia del banco en el país, donde Santander ha anunciado recientemente dos operaciones: un acuerdo para adquirir el bróker independiente líder en renta fija Amherst Pierpont y una propuesta para adquirir los minoritarios (20%) de Santander Consumer USA.