El Banco de España vigila la relación entre entidades y tasadoras inmobiliarias

Fuentes del sector financiero indican a este diario que se trata de casos y deficiencias muy puntuales que «no han generado una gran preocupación ni cuestionan la independencia de las tasadoras». Pero reconocen que el supervisor ha requerido una mejora en la relación entre las partes para evitar problemas futuros.

Fue el pasado junio cuando el Banco de España remitió una carta a sus supervisadas para advertir de estas prácticas que, al final, afectan al mercado hipotecario. Según informa Bloomberg, que ha tenido acceso a la misiva, el organismo quiere evitar a toda costa cualquier riesgo que suponga la pérdida de «la independencia entre entidades de crédito y sociedades de tasación».

Un toque de atención que ha sido acogido con cierta sorpresa entre los bancos, que recuerdan que la regulación ya se modificó hace años para que las tasadoras no dependieran de las entidades y que, por ley, sea el cliente el que elige la sociedad que tasará su vivienda para la constitución de la hipoteca. Insisten además en que es el propio organismo el que supervisa a este sector.

No obstante, los bancos recogen el guante del Banco de España, que buscaría con esta iniciativa evitar errores del pasado, en los que se dieron casos de sobrevaloraciones que derivaban en una financiación mayor y, de este modo, en mayor riesgo también para los propios bancos.

Con ese telón de fondo, las entidades afectadas habrían asumido el toque de atención y presentarán al supervisor una serie de iniciativas para examinar la situación y eliminar cualquier riesgo en este sentido, según explican fuentes conocedoras.

Cabe recordar que la mayor parte de las tasadoras que valoran los pisos a la venta estaban controladas por los bancos antes de la crisis de 2008. Así, las valoraciones para formalizar las hipotecas las realizaban sociedades ligadas a las mismas que otorgaban los créditos.

Para poner fin a esos conflictos de interés, se prohibieron algunas prácticas (como que los miembros del consejo de una tasadora tuviese funciones ejecutivas con el banco en cuestión). Y eso derivó en que las entidades se desprendiesen de estas sociedades especializadas, que pasaron a actuar de forma independiente.