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La resistencia del mercado laboral ha permitido a la banca española manener completamente a raya la morosidad en el reciente ciclo de subida de los tipos de interés. Frente al encarecimiento de hipotecas, préstamos al consumo o la cesta de la compra, el sector ha ... logrado mantener la mora en el 3,6% a cierre de marzo, una décima menos que el mes anterior y solo ligeramente por encima del 3,54% en el que despidió 2023.
Si se baja a las cifras de dudosos, se observa cómo durante todo este tiempo, las familias y empresas han sido bastante responsables a la hora de afrontar sus deudas con el banco. Sin embargo, sí se detecta un ligero repunte de los impagos en el primer trimestre, de 451 millones de euros en total, hasta dejar la cifra en 42.319 millones de euros.
Es decir, la reducción de la morosidad en el primer trimestre no ha llegado por la disminución del crédito dudoso, sino por el aumento del stcok de crédito, que en marzó repuntó con fuerza tras tres meses de caída, hasta los 1,17 billones de euros.
Aunque el Banco de España no ha publicado aún las referencias sobre el tipo de crédito donde se han presentado estos impagos a cierre de marzo, los últimos datos disponibles apuntan a que ese ligero repunte está llegando sobre todo de la mano de los préstamos al consumo que es, precisamente, el que suele presentar los intereses más elevados para los clientes, de hasta el 8% de media en los últimos tiempos.
A pesar de las dificultades, las familias parecen estar siendo mucho más estrictas con sus deudas hipotecarias, aprovechando también la reciente bajada del euríbor y, por tanto, el ligero respiro para las cuotas variables.
En todo caso, el Banco de España sigue muy de cerca la evolución de la morosidad y en los últimos meses sigue insistiendo en la necesidad de mantener bien completo el colchón de provisiones para poder hacer frente a futuros shocks. Pese a las advertencias, los datos dan la razón a la banca en su férreo control de la morosidad, gracias también al alivio que ha supuesto el parón de las subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), un crecimiento económico mayor al esperado, el avance del empleo y, por tanto, de las rentas salariales.
Sin embargo, esto no quiere decir que no haya dificultades. El propio Banco de España ha dejado claro en varias ocasiones el negativo impacto sobre el bolsillo de los hogares de un año y medio en el que el precio del dinero pasó del 0% al 4,5% a una velocidad sin precedentes. Es más, calcula que más de uno de cada diez hogares (en concreto, un 11,2%) con préstamos a sus espaldas destinan ya más del 40% de su renta a pagar esas deudas. Es decir, se les considera vulnerables. El dato compara con el 10,5% registrado en 2020, según recoge el último Informe de Situación Financiera de Familias y Empresas del supervisor.
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