La banca española ha obtenido un beneficio global de 19.761 millones de euros en los nueve primeros meses del año. La cuantía (engloba a Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja) supera numerosos registros, como el que marcaba las ganancias del año pasado, ... cuando el sector se apuntó un resultado de unos 20.800 millones. Es decir, entre enero y septiembre de este año, las entidades han ganado casi lo mismo que durante todo 2022. Y lo han hecho, básicamente, por la espiral de tipos de interés de la zona euro, en la que el precio oficial del dinero ha pasado del 0% al 4,5% durante diez alzas consecutivas.
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Los beneficios publicados por el sector financiero han coincidido con la reactivación del debate sobre el impuesto extraordinario a la banca (y a las energéticas). Un gravamen que PSOE y Sumar han acordado extender en el tiempo, aunque inicialmente estaba pensado para aplicar en dos ejercicios fiscales (2022 y 2023, con pagos en 2023 y 2024) por la situación extraordinaria de tipos de interés al alza. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz anunciaron la semana pasada que lo prorrogarán, con ajustes, y esta iniciativa ha levantado de nuevo al sector contra los planes del futuro Ejecutivo, si sale adelante la investidura del presidente del Gobierno, aún en funciones.
La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha lanzado este mismo martes un firme mensaje en contra de lo que considera como una excesiva carga fiscal que podrían sufrir las empresas en España. «Hay que permitir que los bancos financien la economía, la transición verde, que paguen impuestos justos, porque si pago menos impuestos, puedo invertir más, y eso será mejor para la sociedad», ha explicado la presidenta de la corporación durante su intervención en la Conferencia Internacional que el banco organiza de forma anual.
El encuentro, uno de los más importantes para el sector, insistió en que «no es ciencia cuántica. Hay que pagar impuestos, pero si pagas demasiados, la gente se marcha o desincentivas a los que puedan venir», ha explicado. Sus palabras no llegan en un momento cualquiera. Coinciden con la decisión de algunas empresas como Repsol de frenar algunos de sus proyectos en el país, ante la incertidumbre regulatoria que aseguran que sufren en materia fiscal. «Hay personas y empresas en España que están pagando más dle 50% al Gobierno, y eso desincentiva no solo a los que estamos aquí; también es un coste de oportunidad para los que quieran venir», ha insistido Botín durante su intervención.
El sector financiero ha pagado unos 1.300 millones de euros por el gravamen extraordinario en este ejercicio (a cuenta de los resultados del año pasado, eso sí, cuando comenzaron las subidas de tipos). Y prevén que de cara a 2024 abonen una cantidad similar e incluso superior a tenor de cómo se están comportando sus negocios y las previsiones que manejan.
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En concreto, Santander ha ganado 8.143 millones, un 11,3% más; BBVA ha generado 5.961 millones, un 24% más; CaixaBank, casi 3.700 millones, un 48% más; Sabadell, unos 1.000 millones, un 45% más; Bankinter, 685 millones, un 59% más; y Unicaja, 282, apenas un 5% más.
A pesar de las aparentes cuantías astronómicas que ha dejado esta ronda de resultados trimestrales, la banca advierte de que aún no tiene los niveles de rentabilidad adecuados para su sector. Uno de los índices que más utilizan, el del retorno sobre el capital tangible (ROTE), ha mejorado en todos los casos y se sitúa de media en el 13,5%. Aunque hay un abanico de registros: el ROTE de Bankinter supera el 18%, aunque el de CaixaBank se sitúa en el 14%; el de BBVA, en el 17%, Santander roza el 14,9% y Sabadell se queda en el 11,5%.
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La presidenta de Banco Santander también ha aprovechado este martes para hacer un llamamiento a favor de la competitividad y de la necesidad de impulsar el crecimiento. «Hay problemas estructurales que hay que resolver. Vayamos a ver los datos, veamos donde se podría haber hecho mejor e intentemos implantar las políticas correctas», aseguró. A su juicio, si los gobiernos no toman medidas «corremos el peligro de que Europa se convierta en un 'museo'», insistiendo en que la prioridad número uno para gobiernos y empresas debe ser el crecimeinto.
«Sin crecimeinto no hay servicios sociales ni podemos generar impuestos que nos ayudan a financiar los servicios públicos», asegura la banquera. «El crecimiento es esencial ante las tendencias que vemos en la actualidad, la demografía, la perspectiva de cómo vamos a financiar las pensiones... hay una inmensa necesidad de mayor retorno de inversión», sentencia.
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En este punto, Botín hizo especial hincapié en la necesidad de reducir la deuda pública. «Si estamos pagando más de lo que estamos creciendo, la matemática no funciona», asegura.
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