Los ahorros de los hogares aumentaron en el confinamiento

La deuda de las familias repuntó en pleno estado de alarma al valerse de los créditos al consumo para afrontar los gastos diarios

Jueves, 15 de octubre 2020, 11:22

El cerrojazo a la actividad decretado por el primer estado de alarma de marzo ha revelado una mejoría en el patrimonio acumulado por los hogares en el segundo trimestre del año. Con el confinamiento social y económico impuesto en las primeras semanas de la pandemia, ... los ahorros en depósitos y el efectivo del que disponen los ciudadanos se ha incrementado hasta los 964.945 millones de euros, lo que supone una subida del 4,2% con respecto al dinero que tenían acumulado en el primer trimestre del año, antes de que el coronavirus comenzara a expandirse por toda España.

Publicidad

Estos datos, publicados por el Banco de España, confirman la tendencia ascendente que venían registrando los ahorros de las familias en cuentas bancarias en los últimos años, como la opción preferida para guardar el patrimonio frente a otras opciones como la inversión bursátil en acciones o fondos de inversión. De hecho, el efectivo y los depósitos han sido la opción que más ha incrementado su peso en la riqueza financiera de los españoles hasta el 41% del total. Le siguen las participaciones bursátiles (un 25%) tras caer más de dos puntos en el trimestre del confinamiento, precisamente el periodo en el que la Bolsa llegó a perder un 40% de su cotización en unas pocas semanas.

Con estos datos, el conjunto de la riqueza financiera neta de los hogares (la suma de los ahorros que tienen en su poder menos los préstamos que han asumido) se encuentra en los 1,58 billones de euros a finales de junio. Representa una caída del 0,5% con respecto a lo que tenían un año antes, pero un aumento del 4,5% con respecto a esa misma riqueza en el mes de marzo.

A pesar de la debilidad del mercado laboral, de la frágil situación de muchos negocios y de la incertidumbre generalizada, la riqueza de los hogares se ha incrementado gracias a las medidas de protección habilitadas hasta el momento como los ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) o los avales del ICO para las empresas. Son los puntales que han sostenido la actividad, al menos hasta ahora.

El último informe del supervisor revela al mismo tiempo un incremento de la deuda de los hogares durante los últimos meses. El segundo trimestre cerró con unos préstamos en activo por valor de 710.132 millones de euros, casi un 1% más que en el primer tramo del año. Este incremento de los compromisos adquiridos con la banca tiene su razón de ser exclusivamente por el auge de los créditos a corto plazo, esto es, los dedicados a las compras diarias (consumo o personales). Este tipo de financiación -en muchos casos a través de líneas rápidas de créditos concedidas en los propios establecimientos- acumula casi 39.000 millones de euros, un 25% más que antes de que comenzara el estado de alerta. Al contrario de lo que ha ocurrido con los préstamos a largo plazo -habitualmente, las hipotecas- cuyo 'stock' sigue reduciéndose hasta los 671.000 millones.

Publicidad

El uso generalizado de los créditos al consumo es una de las realidades sobre las que los supervisores han venido advirtiendo en los últimos años para evitar el sobreendeudamiento entre las familias más vulnerables, precisamente las que más utilizan esta vía para subsistir. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, defendía recientemente que las relaciones entre los ciudadanos y las entidades financieras han de estar protagonizadas por la idea del préstamo responsable, con objeto de evitar el sobreendeudamiento, que tan malas consecuencias tienen tanto para la vida de los particulares como para los bancos.

En este sentido, Hernández de Cos afirmaba que es una cuestión que concierne tanto a los clientes como a las entidades. Los primeros han de juzgar «con prudencia, pero sin miedo», sus posibilidades de endeudamiento, para lo cual el Banco de España ha puesto a su disposición herramientas que pueden ayudarles a analizar sus capacidades financieras. Mientras que los segundos, los bancos, tienen que evaluar la solvencia del prestatario con información suficiente.

Publicidad

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad