El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet y el consejero delegado, Francisco Botas. efe

Abanca gana 323 millones en 2021 y ve a Ibercaja como «complementaria»

Juan Carlos Escotet mantiene la puerta abierta a nuevas adquisiciones y condiciona la salida a Bolsa de Abanca a la subida de los tipos de interés

Clara Alba

Madrid

Miércoles, 2 de febrero 2022, 11:52

Abanca mantiene su senda de crecimiento tras lograr un beneficio de 323 millones de euros en 2021, que duplica los 160 millones obtenidos en 2020, un año marcado por el impacto de la pandemia en las cuentas de todo el sector.

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El resultado, no obstante, ... sigue por debajo de los 405 millones logrados en 2019, cuando la entidad se benefició de un fuerte repunte en sus ingresos extraordinarios procedentes del fondo de comercio positivo tras la compra del Deutsche Bank Portugal y el negocio de la lusa Caixa Geral en España.

Pese a ello, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, se ha mostrado satisfecho con un ejercicio «francamente bueno a pesar de retador», asegurando que «hemos salido reforzados de la crisis batiendo máximos en algunos segmentos de negocio respecto a niveles previos a la pandemia«, como las hipotecas, el crédito al consumo o las pymes.

Durante la presentación de resultados, Escotet no ha ocultado su interés en seguir creciendo a golpe de adquisiciones. De hecho, la entidad contaba a cierre del ejercicio con 1.527 millones de euros de exceso de capital. «Seguimos abiertos a cualquier oportunidad siempre que sea complementaria con nuestra estretegia y que esté dentro de la península ibérica, que es donde queremos crecer», ha indicado el directivo.

En este punto, Abanca ha reactivado su interés en hacerse con el banco luso EuroBic, cuya compra ya fracasó en 2020. Ante las preguntas de los medios sobre un posible interés por Ibercaja -ahora que la entidad ha retrasado su salida a Bolsa- Escotet ha reconocido que el negocio de la entidad «podría ser muy complementario con el nuestro».

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Es decir, si Ibercaja terminase por buscar una alternativa a su salto al parqué, sería un candidato idóneo para fusionarse. No obstante, el propio Escotet considera que la salida Bolsa acabará sucediendo, con lo que el centro de posibles operaciones corporativas estará en el mercado portugués. «Es un mercado que ha crecido muy bien y donde el sector ha hecho los deberes de forma adecuada, con un sistma muy saneado», ha explicado Escotet.

El directivo tampoco ha descartado una futura salida a Bolsa de Abanca. Sin embargo, la entidad no se planteará esta opción hasta que las políticas monetarias no consoliden las subidas en los tipos de interés, permitiendo que los precios del mercado tiendan a cotizaciones «que al menos igualen el valor en libros de los bancos». «Cuando suban tipos y alcancemos rentabilidades por encima de los dos dígitos será el momento para salir al mercado», apuntan desde la entidad.

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Resultado optimista

Tal y como ha recordado el consejero delegado, Francisco Botas, durante la presentación de cuentas, Abanca basó su mejora de resultado en el incremento de los ingresos recurrentes, con un avance del 6,2% en el margen básico. En paralelo, la entidad continuó con las medidas de control de gastos, lo que permitió mejorar el margen recurrente un 33,1% hasta alcanzar los 241 millones.

Tras la incorporación de Bankoa y el negocio de Novo Banco en España, que Escotet ha valorado como «un éxito», Abanca mejora su rentabilidad con una reducción del 4,3% en sus costes ordinarios, lo que se ha traducido en una mejora de la eficiencia, que ha quedado situada en el 67,4%. Con ello, el margen recurrente (margen básico menos gastos de explotación) registró un incremento del 33,1%, situándose en los 240,6 millones de euros.

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La morosidad tampoco preocupa a la entidad, cuyo volumen de negocio creció el pasado año un 18,8% hasta los 108.682 millones de euros. En concreto, la ratio de morosidad se situó en el 2,1% a cierre del ejercicio, la mitad que el 4,29% que ronda la media española y con el 97% de las moratorias aplicadas durante la pandemia ya vencidas.

Atención a los mayores

Los primeros espadas de la entidad tampoco han querido obviar la polémica en torno al impacto de la digitalización sobre el segmento de clientes más mayores. En este punto, el consejero delegado ha recordado que se han tomado medidas como ajustar con menús específicos los servicios digitales, incluidos los cajeros, para facilitar su uso entre este colectivo.

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Botas recordó que Abanca permanece en más de 124 municipios en Galicia, más otros 10 a través de oficinas móviles «con presencia del 40% de nuestra red en el ámbito rural». De hecho, de todas esas sucursales, hay muchas que no soportan los costes. Y lo mismo ocurrirá, según indican, con el proyecto por el que la entidad instalará cajeros en ayuntamientos golpeados por el cierre masivo de sucursales, tras recibir una subvención de 3 millones de euros de la Xunta para ello.

Los cajeros, cuyo coste está repartido al 50% entre Abanca y la Xunta, empezarán a instalarse este mismo mes de febrero. «Calculamos una pérdida de más de 2.000 euros por cada cajero al año, lo que demuestra que no lo hacemos por sacar un beneficio, sino por nuestra vocación de servicio», remarcó Escotet.

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Actualmente, más del 30% de los clientes de Abanca son personas mayores de 65 años. Y en Galicia ese porcentaje asciende a más del 65%.

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