El juez paraliza las inspecciones fiscales por las tarjetas 'black' de Caja Madrid y Bankia

A instancias de la propia Agencia Tributaria y con el respaldo de la Fiscalía Anticorrupción, el instructor del 'caso Bankia' considera que la delimitación de la naturaleza tributaria de esas tarjetas Visa (de las clases 'Business Oro' y 'Plata') "podría depender directamente de los hechos y conductas" que investiga. Y es que aún tiene que concluir si esas tarjetas B eran un complemento más de su sueldo y, por lo tanto, deberían ser tributadas por los beneficiarios en el IRPF o corresponderían sólo a gastos de empresa por su cargo.

Por ahora, el magistrado se inclina por la primera tesis. Por ello ha excluido penalmente a 14 exdirectivos de la entidad financiera, al considerar que en su caso las tarjetas 'Black' sí "formaban parte de su paquete retributivo" dentro de la relación "estrictamente laboral" que "como empleados por cuenta ajena" de la entidad financiera. Sin embargo, les mantiene en la causa como responsables civiles a título lucrativo, lo que en caso de condena les obligaría a "restituir lo percibido" por derivar "de un delito".

La prescripción, rota

Hacienda llevaba meses tratando de comprobar si las retenciones e ingresos a cuenta que Caja Madrid y Bankia hicieron a los usuarios de las tarjetas se corresponderían realmente con lo que tenían que tributar, pero aún no había concluido los expedientes. Andreu pide ahora que detenga esa labor sine die hasta comprobar en su momento "a qué fin ha llegado la causa (penal) para que pueda reanudarla". En cualquier caso, los plazos de prescripción de las posibles deudas tributarias (y, llegado el caso, también de delitos fiscales) quedaron interrumpidos cuando se abrieron las inspecciones referidas.

Para los otros acusados aprecia indicios de la existencia de un delito de apropiación indebida o, en su defecto, de uno administración desleal, centrado en quienes fueron miembros del consejo de administración y de la comisión de control tanto de la caja de ahorros como del banco en la época en que se realizaron los pagos. Por encima de ellos, no obstante, sitúa a sus expresidentes, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, junto al que fuera su 'número dos', Ildefonso Sánchez Barcoj, al asignar a su voluntad las susodichas tarjetas y fijar su límite retributivo anual, actuando "con una discrecionalidad impropia" de un banco como ese y "sin soporte contractual alguno".