Iker Cortés
Lunes, 16 de marzo 2015, 17:56
A las 13.45 horas, seis agentes de la Policía Nacional se personaban en la sede que el Banco Madrid posee en la plaza Margaret Thatcher de la capital. Era, con toda probabilidad, el momento más 'intenso' de una jornada que había amanecido con las ... puertas de la entidad financiera cerradas a cal y canto y un escueto comunicado para sus clientes en el que se dejaba un número de teléfono para consultas. Tanto es así, que los dos agentes que finalmente accedieron al edificio tuvieron que hacerlo por una de las puertas laterales, debido a que el guarda de seguridad no encontraba la llave y era incapaz de abrir la puerta principal. Minutos más tarde, los policías salían del recinto y se retiraban, tal y como habían entrado, junto a sus cuatro compañeros.
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Fotógrafos, cámaras y periodistas, que llevaban en la céntrica plaza desde primera hora de la mañana, recogían la escena. Horas antes, algunos clientes y, sobre todo, muchos curiosos se detenían a las puertas del banco. Una nota de prensa colocada sobre el cristal completaba la información. En ella se especificaba que los administradores provisionales de la entidad, nombrados por la Comisión Ejecutiva del Banco de España, habían decidido «solicitar el concurso de acreedores y suspender la operativa de la entidad». El comunicado achacaba la decisión al «fuerte deterioro de la situación financiera como consecuencia de las importantes retiradas de fondos de clientes» y de «los últimos acontecimientos conocidos».
La tranquilidad parecía hacia las dos de la tarde cuando han empezado a salir del parking de Banco Madrid varios empleados de la entidad todos negaron que trabajaran para la misma o daban la callada por respuesta-. Algunos, incluso, ocultaron su rostro a las cámaras e insultaban a quienes les estaban grabando.
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