La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín.

El Santander buscará la rentabilidad en los clientes que ya tiene y descarta crecer a través de compras

Botín, más optimista que el Gobierno, prevé que la economía española crezca entre el 2,5% y el 3% este año

Amparo Estrada

Martes, 3 de febrero 2015, 07:35

Cambio de equipo, cambio en la estructura de capital, cambio en la política de dividendo, cambio organizativo y, ahora, cambio profundo en la estrategia del Banco Santander. Ana Botín, presidenta de la entidad desde el mes de septiembre, anunció este martes que va a imponer ... una nueva forma de hacer banca y de obtener rentabilidad. En primer lugar, frente a la estrategia de compras de Emilio Botín, su predecesor, para Ana Botín «no es una prioridad» realizar adquisiciones. Durante la presentación de resultados del ejercicio 2014 descartó que vaya a hacer alguna en España y, para cualquier compra que se pueda plantear se le exigirá una rentabilidad tan alta en que hará que se descarten muchas posibilidades -deberá lograr en un plazo de tres años una rentabilidad superior al coste del capital, que ahora mismo está en torno al 10%. La presidenta del Santander repitió varias veces que «el tamaño no es lo importante» y defendió, por el contrario, que se explote mejor la base de clientes que ya tiene el banco incrementando el número de clientes vinculados, que son los que tienen a la entidad como su banco de referencia y con la que han contratado varios productos o servicios. «Vamos a ser más estrictos y rigurosos en las adquisiciones y en el uso más eficiente del capital», afirmó Botín.

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Entre los objetivos que se ha fijado el banco para 2017 se encuentra incrementar de los actuales 12,2 millones de clientes particulares vinculados a 17 millones, un 40% más, y un incremento similar en empresas. Para ello, Ana Botín quiere implantar en todo el grupo la forma de hacer banca que aplicó en la filial del Reino Unido: una banca sencilla, personal y justa (Simple, Personal and Fair era su lema) para intentar ganar la confianza de los clientes.

El año pasado, el Banco Santander ganó 5.816 millones de euros, un 39,3% más que el año anterior debido a las menores dotaciones por insolvencias, que cayeron un 14,4%. Los resultados en España volvieron a cifras positivas tras varios años de pérdidas, aportando 684 millones de euros en beneficios frente a los 60 millones de pérdidas de 2013. Donde también se ha producido un auténtico cambio de tendencia es en la evolución del crédito, en palabras del consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez. El saldo de crédito en España creció un 2,2%, con incrementos en toda las áreas excepto en hipotecas, donde se produce un descenso del 6%. El año pasado, la concesión de nuevas hipotecas del Santander aumentó un 63,5%, al pasar de los 2.400 millones de euros en 2013 a 3.900 millones; sin embargo, las amortizaciones de préstamos hipotecarios superaron en volumen a la nueva producción. En total, teniendo en cuenta todos los países donde está presente el Santander, el volumen de crédito aumentó un 7,1%.

Por otra parte, Ana Botín apuntó que la economía española crecerá este año entre el 2,5% y el 3%. Es la primera entidad bancaria que habla de incrementos del PIB del 3% y muestra más optimismo que el Gobierno, que prevé un crecimiento del 2,5%, aunque todavía no ha corregido las previsiones oficiales que siguen ancladas en el 2%.

La presidenta del Santander aseguró que no se ha reunido con dirigentes de Podemos -que yo sepa, puntualizó-. Este encuentro despierta gran expectación, especialmente tras las declaraciones del secretario general de Podemos en Madrid, Jesús Montero, quien afirmó: Hay dos culturas empresariales. Una es casta, la otra quiere contribuir al bienestar social, como la familia Botín en el Banco Santander.

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