El Banco Popular insta al Gobierno a bajar ya los impuestos

Ron acompañó las peticiones al Ejecutivo con el reconocimiento a lo ya hecho. «El Gobierno actual heredó una situación muy delicada, estábamos en emergencia nacional y las decisiones que se tomaron han demostrado ser un éxito. Es un hecho que la confianza en nuestro país ha vuelto».

Durante su intervención, el banquero no desaprovechó la ocasión en reiterar que los bancos no han recibido ayudas públicas salvo uno que estaba ligado a un grupo de cajas (Banco de Valencia, aunque no lo citó), pero también declaro que el rescate a las cajas de ahorros no ha sido un problema del modelo de cajas. «La culpa no es del modelo sino de la forma de gestionarlas».

El presidente del Banco Popular, Ángel Ron, confirmó el interés de su entidad por una parte de las oficinas de Catalunya Banc, entidad nacionalizada y que el Gobierno pretende subastar, toda o por partes, en el corto plazo. «Tenemos interés por esas sucursales en las zonas donde el banco tiene especial interés en crecer y creemos que puede aportar valor», explicó Ron, que, sin embargo, puntualizó que se trata de un interés «limitado».

El presidente del Popular señaló, durante el coloquio informativo organizado por el Foro ABC y Deloitte y patrocinado por Globalia, que esa adquisición sería compatible con el preacuerdo anunciado al mercado para adquirir el negocio minorista y de tarjetas de Citibank España, más enfocado a completar el negocio de medios de pago con las tarjetas 'revolving' de Citi (proporcionan financiación y créditos al consumo a través de la tarjeta). Las dos operaciones, Citi y parte de Catalunya Banc, aportarían alrededor de un centenar de oficinas a la red del Popular, que ya cuenta con 2.000 sucursales, con lo que supondría un 5% más. Para concluir, el máximo responsable del Banco Popular resaltó que la entidad «tiene capital sobrado para absorber un negocio como el de Citi».

Tras una etapa en que las entidades financieras estaban volcadas en reforzar el capital para cumplir con las exigencias regulatorias, y poder salir airosas de los test de estrés, el foco ahora está puesto en aumentar la rentabilidad que «está muy lejos» de los indicadores históricos. «2014 será el año de la transición, de una progresiva vuelta a la normalidad», aseguró Ron, pero «estará rodeada de dificultades, como el bajo crecimiento y los bajos tipos de interés». «Va a ser un negocio con rentabilidades más ajustadas», dijo el presidente del Popular. Sin embargo, apuntó que tras la reestructuración hay menos entidades y que los «supervivientes salen reforzados». Aún así, este ejercicio será un año de elevadas provisiones todavía para cubrir los créditos morosos y los activos adjudicados, aunque inferiores a las pasadas,

Ron reiteró que España seguirá siendo el mercado principal para el Banco Popular y anticipó que la banca española está en una «posición de fortaleza» ante el proceso de unión bancaria, pero censuró el «alto» grado de incertidumbre en la regulación financiera, con «constantes cambios» y cuya «proliferación normativa conlleva inseguridad».