La ayuda europea, única palanca para coger impulso en 2023

Tanto confía el Gobierno en que estos fondos pisen -por fin- el acelerador y comiencen a ejecutarse a una «velocidad de crucero» en proyectos de todos los sectores que sus previsiones de crecimiento del PIB para 2023 difieren bastante de la de los organismos económicos nacionales e internacionales. El Banco de España, la Autoridad Fiscal (Airef), la OCDE y hasta el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) calculan que nuestro país avance entre un 1% y un 1,5% el año que viene, lo que supone una diferencia considerable.

Buena parte de esta brecha se debe a la poca confianza que por ahora tienen los organismos en que los fondos europeos comiencen de verdad a materializare. El propio director de Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, explicó durante la presentación del último informe del organismo que la economía española sufrirá una «ralentización» hasta la primavera de 2023, y que será ese momento en el que la actividad recobre un «vigor creciente». Retrasa, por tanto, la recuperación del PIB previo a la pandemia hasta el primer trimestre de 2024, año en el que el país avanzará un 2,9% según sus cálculos, ya con los fondos europeos completamente instalados en la economía.

En cambio, desde el Ministerio de Asuntos Económicos aluden a una senda más «cíclica» en la incorporación de los fondos provenientes de Europa. Tanto que ya el primer trimestre del año será muy positivo para la economía y sobre él se basarán todos los siguientes.

Según las cifras incluidas en los Presupuestos Generales, los fondos de la UE aportarán 2,8 puntos al PIB en 2023, lo que supondrán 25.156 millones de euros. La duda está, según los expertos, en si todos los recursos que está aportando Bruselas se materializarán en proyectos concretos ejecutados. La «velocidad de crucero» a la que alude el Gobierno serán 2.000 millones al mes. Pero el Banco de España no confía en este ritmo tan optimista. Gavilán advirtió de que los fondos se están desarrollando «con retraso» a lo que ellos mismos proyectaron en su anterior informe de junio, donde estimaban que los fondos que llegarían a la economía este año serían 20.000, y ahora proyectan 12.000.

En 2021 el organismo proyectaba que los fondos tuvieran un impacto sobre el crecimiento del PIB de ese año de aproximadamente un punto porcentual. Pero la información más reciente ha reducido ese impacto a alrededor de 0,2 puntos. Para 2022 el Banco de España preveía un impacto de 1,4 puntos, que han reducido ahora a 1 punto. Y para el año que viene, lo dejan en 0,6 puntos. Si el despliegue de los proyectos es más rápido o más lento tendrá efectos «relevantes» sobre la proyección de crecimiento e inflación del organismo. Por ello, Gavilán pidió que como los plazos de ejecución están «acotados» hasta finales de 2023, convendría «aligerar» la gestión de estos fondos.

La Autoridad Fiscal tampoco le da en esto la razón al Gobierno. Sus cálculos prevén que los fondos supongan un menor impacto sobre el crecimiento económico. Las estimaciones del Ejecutivo sugieren que los fondos incrementaran el nivel de PIB en 2,8 puntos en 2023, pero la Airef cree que serán solo 2 puntos.