Los alimentos suben otro 7,4% en enero en plena escalada de movilizaciones del campo

El grupo de alimentos es, de hecho, el que más se distancia de la inflación media de la economía, incluso a pesar de que en el primer tramo del año también ha registrado un ascenso de tres décimas, hasta el 3,4%. El repunte de la alimentación no llega precisamente en el mejor momento posible, después de casi dos semanas con los agricultores protagonizando protestas por todo el país para defender unos precios más justos, el fin de la competencia «desleal» de terceros países y la simplificación de las medidas burocráticas para obtener las ayudas europeas de la PAC.

El propio Ministerio de Economía admite que el precio de los alimentos «aún se mantienen elevados», aunque insiste en que se encuentran en una «senda de normalización» y recuerdan que esta inflación de la cesta de la compra se ha reducido más de la mitad en el último año, cuando marcó el 16,6% en febrero de 2023.

La adquisición de productos básicos ha dibujado una evolución mucho más inflacionistas que el resto de bienes y servicios de la economía desde el inicio de la guerra de Ucrania, hace ahora dos años. Los alimentos comenzaron a encarecerse de forma vertiginosa ante la escalada de las materias primas como el petróleo y el gas, pero también por la tensión de exportaciones en la que se dejó sentir la falta de producto (sobre todo cereales) de Ucrania al resto del mundo.

En 2023, el Gobierno decidió rebajar el IVA de algunos productos básicos desde el 10% hasta el 5%. Una medida que este 2024 seguirá en vigor, pero que no ha conseguido aplacar la tensión de precios con respecto a la media del IPC de enero, como demuestran los datos del primer mes del año.

En apenas 30 días hay productos que han subido un 4,4%, como los pescados (frescos y congelados), otro 3,1% (aceites) o un 2,2% (legumbres y hortalizas frescas). El caso del aceite de oliva sigue siendo el más llamativo porque este último alza de enero se une a la senda que ya venía registrando este producto, cuya subida del último año se sitúa por encima del 43%. Entre otros alimentos que acumulan una inflación elevada se encuentran las legumbres y hortalizas (casi un 16%), la carne de cerdo (más de un 12% interanual) o las frutas (casi un 14%).

Junto a los alimentos, el resto de la cesta de la compra de los españoles también se ha incrementado en enero, rompiendo la tendencia bajista que había registrado en el últmo tramo de 2023. El IPC subió otra décima en el primer mes del año hasta situarse definitivamente en el 3,4%. Este impulso se explica básicamente por el repunte de los precios de la electricidad, según el análisis de Estadística.

Los precios vinculados a la vivienda (entre los que se encuentra el recibo de la luz y el gas, por ejemplo), se ha disparado 7,4 puntos en su tasa anual hasta el 1,5%, en contraste con la bajada que experimentaron en enero de 2023. Desde el 1 de enero se encuentra en vigor un nuevo tipo del IVA para la factura de la luz, que ya no es del 5%, como hasta diciembre del año pasado, sino del 10%, lo que ha elevado automáticamente los recibos, aunque el precio de generación de la electricidad se haya contenido en el inicio del ejercicio.

También como efecto de las medidas del Gobierno, aunque en este caso en sentido positivo para el bolsillo, el precio del transporte recortó su tasa interanual cuatro puntos, hasta el -0,1%. El Ejecutivo ha decidido mantener la gratuidad del transporte público durante este año, una medida que sigue teniendo su efecto en la inflación.

Por su parte, el grupo de comunicaciones situó su tasa interanual en el 0,5%, lo que supone 2,6 puntos menos que en diciembre, debido a que la subida de los precios de los servicios de telefonía fue menor en enero de este año que en 2023.

La inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) bajó dos décimas en enero, hasta el 3,6%, tasa dos décimas superior a la del IPC general y la más baja desde marzo de 2022.

En cambio, las rebajas de invierno llevaron al grupo de vestido y calzado a recortar sus precios un 10,7% respecto a diciembre, mientras que el abaratamiento de los paquetes turísticos propició que la tasa mensual de ocio y cultura bajara un 2,1%.