AIReF rebaja el crecimiento al 6,6% por el retraso en los fondos europeos

«La gran incógnita es qué pasará en el cuarto trimestre del año, pues los indicadores que manejamos ahora, como la demanda de energía eléctrica, anticipan un freno en la recuperación en el mes de marzo», explican desde el organismo. Un freno que solo se salvará si Europa consigue cumplir con los objetivos de vacunación que, con el parón por las dudas sobre las dosis de Astrazeneca, parecen difíciles de alcanzar.

«La pandemia está lejos de ser controlada, con nuevas restricciones a la movilidad en algunos países y un proceso de vacunación que ha avanzado a un ritmo más lento de lo que nos gustaría», explican desde el organismo. «Nuestro supuesto es que se va a acelerar el proceso y, a lo largo de 2021, iremos recuperando la normalidad, pero la recuperación completa no se producirá hasta 2022», insisten.

A partir de aquí, los obstáculos para el crecimiento se alinean como la 'pescadilla que se muerde la cola'. Sin vacuna, la recuperación del turismo, clave para la economía española, también parece lejana. En su Informe de los Presupuestos Iniciales de las Administraciones Públicas (AAPP) de 2021, en el que actualizan sus estimaciones macroeconómicas y fiscales, la AIReF anticipa nuevas olas a corto plazo que implicarán, como ya está ocurriendo, nuevas restricciones.

Por eso, el organismo no cree que el sector recupere niveles previos a la crisis hasta 2022. Sus estimaciones son más optimistas que las de la Organización Mundial del Turismo (OMT), pero advierten de los duros meses que quedan por llegar. Su estimación es que el nivel de actividad del turismo internacional este año apenas alcance un 30% o un 40% respecto a una temporada estival normal. Y la previsión es que a finales de 2021 ese porcentaje esté todavía entre el 60% y el 70%.

A este explosivo cóctel sanitario se suma el tercer factor que ha influido en la decisión de la AIReF de rebajar su estimación de crecimiento: la demora en la llegada de los fondos europeos. La institución ha rebajado de forma notable el impacto que esperan del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia sobre el PIB español hasta situarlo en 1,6 puntos, desde los 2,7 puntos anteriores.

Fuentes de la AIReF indican que, en estas nuevas previsiones, no han tenido en cuenta el posible riesgo de ejecución de los fondos, sino el retraso en su llegada efectiva. De hecho, mantienen su optimismo con el efecto multiplicador del plan, cuya llegada retrasan ahora a la segunda mitad del año. Es decir, buena parte de su impacto sobre el PIB se dará ya en 2022.

El organismo reconoce que la decisión de la Justicia alemana de paralizar el proceso de los fondos también retrasará algo su llegada a los países, pero no creen que este hecho sea determinante. «Algún retraso puede haber, pero el dinero saldrá adelante», indican, con lo que el efecto sobre la recuperación se notará ya en 2022.

Por otro lado, la AIReF también estima un déficit del 7,6% del PIB en 2021 en su escenario central, reduciendo su previsión anterior en tres décimas.

Dentro del análisis de las cuentas públicas, y aunque el organismo prevé que los ingresos del Estado crezcan un 5,8% en 2021, una de las grandes sorpresas ha venido con la estimación recaudatoria del 'plan antifraude' del Gobierno. En concreto, de los 828 millones que se anticipa el Ministerio de Hacienda, la AIReF considera ahora que estas medidas apenas aportarán unos 217 millones de euros a las arcas públicas. «La tramitación parlamentaria no avanza de forma significativa, por lo que se reducirá su tiempo en vigor y, por lo tanto, sus efectos para este 2021», indican fuentes de la AIReF.

Otro de los datos que han calculado desde el organismo responde a las 'pérdidas recaudatoria' que puede suponer la rebaja del IVA de las mascarillas quirúrgicas. Según sus cálculos, la medida implicaría dejar de ingresar este año unos 353 millones de euros, cifra que se amplía a 538 millones de euros si se tienen en cuenta todas las rebajas aplicadas a distinto material sanitario.

Ante este escenario, la institución sigue detectando «riesgos elevados» para la sostenibilidad de las cuentas públicas y señala la posibilidad de que la crisis tenga efectos permanentes sobre el tejido productivo. En este contexto, insisten en la necesidad de diseñar una estrategia fiscal a medio plazo creíble y realista que garantice la sostenibilidad de las finanzas públicas.

También han solicitado más información por parte de las administraciones, en un contexto de suspensión de las reglas fiscales, considerando conveniente «ajustar la deuda de las comunidades a las necesidades reales de financiación y promover acciones de seguimiento de los principales indicadores fiscales de los ayuntamientos por parte de los órganos de tutela».