Secciones
Servicios
Destacamos
Los efectos de la crisis derivada del coronavirus son de tal magnitud que el mercado laboral está describiendo una realidad más que compleja desde que el Gobierno decretar el estado de alarma. Desde hace justo un mes, el número de empleos perdidos por la economía española se ha situado en 888.597 puestos de trabajo, unos 10.000 menos que los registrados hasta el pasado 31 de marzo.
La explicación a esta inesperada radiografía es que en abril se ha paralizado el ritmo de bajas en las afiliaciones a la Seguridad Social. En concreto, entre el lunes y el martes el sistema incorporó 42.000 cotizantes. Lo hace coincidiendo con la vuelta a la actividad de todas las actividades y empresas considerada como no esenciales y que fueron obligadas a paralizar sus trabajos desde el 31 de marzo. Lo hicieron en un proceso de hibernación por el que el Gobierno aplicó el permiso retribuido temporal, una suerte de vacaciones de Semana Santa anticipadas y ampliadas que los afectados deberán recuperar a lo largo de todo este ejercicio.
Así lo expuso ayer el ministro de Inclusión, Seguridad Sociales y Migraciones, José Luis Escrivá, durante su comparecencia ante la comisión de Trabajo en el Congreso de los Diputados. Escrivá explicó entre el día del estado de alarma y final de mes se perdieron 600.000 afiliados. Pero también que desde el 24 de marzo el mercado laboral ha entrado en una fase de estabilización, que se mantiene también durante abril, lo que ha permitido que en los primeros 14 días del mes el saldo entre altas y bajas sea positivo.
El ministro indicó que esta tendencia a la estabilización en el mercado laboral es común a toda la geografía española y ha destacado que hay ocho provincias donde crece la afiliación en la primera mitad de abril: Badajoz, Huelva, Cádiz, Murcia, Albacete, Baleares, Huesca y Tarragona.
Pero no se puede aún compensar el desplome sufrido por la Seguridad Social durante las primeras jornadas del confinamiento social y económico, con cerca de 900.000 afiliados menos en apenas un mes. Escrivá apuntó ante los diputados que ese fue el equivalente al dato de los peores meses de la crisis de hace más de una década. Entonces, el sistema perdió el mimo número de cotizantes, pero lo hizo entre los meses de septiembre de 2008 y marzo de 2009.
Escrivá también alertó de otra circunstancia que se ha cebado con los trabajadores en el incipiente transcurso de la crisis económica. Porque el 70% del empleo perdido en las últimas cuatro semanas se corresponde con contratos temporales. En concreto, la pérdida de puestos de trabajo con menor estabilidad ha sido de un 15%, mientras que la destrucción de empleo en el caso de los contratos fijos se ha situado en el entorno del 2%. El ministró indicó que «no por esperado» el dato «no deja de reflejar una enorme disfuncionaldiad el mercado de trabajo». «Los más precarios son los que terminan convirtiéndose en el mecanismo de ajuste en estas situaciones», afirmó.
Por sectores, construcción, hostelería y las actividades artísticas, recreativas y de ocio son los sectores más afectados por la fuerte pérdida de empleo asociada a la epidemia. Y geográficamente son las provincias del sur las que mayor número de bajas acumulan frente a las del norte, precisamente lo contrario que ocurre con la aplicación de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), mucho más activos en las zonas industriales.
Escrivá tamibén hizo referencia al casi millón de autónomos que se calcula que podrán recibir la prestación extraordinaria, que supondrá un beneficio económico mínimo de 950 euros al mes (incluida la moratoria en la cuota mensual de autónomos)y será cobrada este viernes por más de 800.000 beneficiarios.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.