El último ciberataque impacta en los puertos de manera similar a la huelga de la estiba

En España el efecto fue que apenas pudo operar en sus terminales de los puertos españoles, en especial en los tres principales de la red estatal: Algeciras, Barcelona y Valencia. En el primero de ellos, y dado el gran peso que tiene su filial APM dedicada a labores de carga y descarga es responsable del 75% de los casi 3,2 millones de movimientos de mercancías que entran y salen de esta infraestructura portuaria, la mayor del país, provocó que su tráfico se redujera por debajo incluso de los niveles del último paro convocado por los estibadores.

En Maersk, no obstante, esperan recobrar la normalidad antes del fin de semana. Mientras, la patronal de las empresas de estiba y los sindicatos retoman este jueves las negociaciones para tratar de generalizar al resto del sector los preacuerdos ya alcanzados con algunas compañías. Como gesto de buena voluntad, las centrales desconvocaron los paros previstos para la misma fecha -ya habían anulado otros tres días por el mismo motivo-, aunque si pararán una hora al mediodía y otra por la tarde para respaldar una jornada de movilización prevista en todos los puertos de la UE.

No obstante, aún mantienen la posibilidad de retomar la huelga este viernes -junto a otros cuatro días la semana próxima- en función de los resultados de sus conversaciones con la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias de Buques (Anesco). Por ahora el seguimiento de la protesta ha sido un éxito con casi un 99% durante las dos próximas semanas, aunque el último día (el miércoles pasado) cayó al 23% por efecto de los acuerdos selectivos. Así lo han reconocido desde el propio Ministerio de Fomento, que ha destacado la ausencia de incidentes «reseñables» y el cumplimiento «en general» de los servicios mínimos.

El preacuerdo que ya han firmado con una decena de empresas estibadoras incluye la subrogación de plantillas, su participación en los nuevos centros portuarios de empleo -sucesores de las sociedades de las que hasta la reforma dependían los estibadores- y la participación de los trabajadores en el sistema de formación y acceso a la profesión. A cambio, los sindicatos aceptan que haya una rebaja del 10% para los sueldos medios y altos, además de aceptar cambios en los turnos y la organización del trabajo con el fin de incrementar la productividad.

Por su parte, el Tribunal de Justicia de la UE prevé pronunciarse el próximo 13 de julio sobre la multa que pesa sobre España por retrasarse en liberalizar el sector. Desde su primer fallo condenatorio, el 11 de diciembre de 2014, la sanción ha ido aumentando en 27.522 euros diarios hasta acumular más de 24 millones cuando el Congreso aprobó la reforma el pasado 18 de mayo. Las autoridades de la Comisión Europea renunciaron a pedir un segundo castigo económico tras la entrada en vigor de ese decreto, pero mantuvieron su reclamación inicial.