La economía se ralentiza hasta el 0,7% por la caída de la inversión

El menor crecimiento entre julio y septiembre se debió a una menor contribución de la demanda nacional (2,6 puntos frente a 2,9 del trimestre anterior) motivada por el desplome de la inversión, que apenas avanzó un 0,1% frente al 1,1% de los tres meses anteriores. En tasa anual también registra un retroceso de cinco décimas al pasar del 3,6% al 3,1%. La inversión en construcción se mantuvo en el 2%. Sin embargo, la inversión en bienes de equipo retrocedió en tasa anual más de un punto al pasar del 6,1% al 4,9%.

A esto se une igualmente un pequeño debilitamiento del consumo de los hogares al retroceder una décima y situarse en el 0,6% en tasa trimestral. Si se compara con el mismo periodo del año anterior, el descenso es más evidente y alcanza las cuatro décimas hasta situarse en el 2,8% frente al 3,2% anterior. Por contra, el gasto de la administración pública presenta una variación anual del 1,4%, seis décimas superior a la del trimestre precedente.

La menor fortaleza de la demanda interna no pudo ser compensada totalmente por el mejor comportamiento del sector exterior, cuya contribución al PIB mejoró una décima hasta los 0,6 puntos. Las exportaciones en tasa anual ralentizaron su ritmo de crecimiento en 3,6 puntos, pasando del 6,4% al 2,8%. En el caso de los bienes, se observa una desaceleración de 3,4 puntos. Por su parte, los servicios no turísticos experimentan un crecimiento del 0,1%, lo que supone seis puntos menos que en el trimestre anterior (6,1%). Las importaciones también se ralentizaron de forma considerable al pasar del 5,1% al 0,9%.

En cualquier caso, la economía española todavía mantiene un nivel de crecimiento muy superior a la media europea, que en entre julio y septiembre avanzó un 0,4% en tasa trimestral, frente al 0,7% de España. El crecimiento fue aún inferior para la zona euro (0,3%). De hecho, en la actualización de previsiones del cuadro macroeconómico que prepara el Gobierno se estima que la economía avance este año alrededor de un 3,2%, lo que supondría el mismo ritmo que en 2015.

Mejora del empleo

Los datos del INE también muestran que el empleo de la economía, en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, registra una variación trimestral del 0,8%, una décima superior a la del trimestre anterior. En términos anuales, el empleo presenta una tasa de crecimiento del 2,9%, una décima superior a la registrada en el trimestre precedente. Esta evolución supone un incremento neto de 499 mil empleos equivalentes a tiempo completo en un año.

Por sectores, la variación anual en agricultura fue del 1,8% frente al 1,2% del trimestre anterior. La industria registró un avance del 1,8% frente al 1,3% de los tres meses precedentes. En el caso de la construcción la tasa se acelera dos puntos y se situó en el 3,5%. Finalmente, la tasa de crecimiento del empleo de los servicios se mantuvo estable en el 3,2%.

Por último, en el tercer trimestre la remuneración de los asalariados permaneció estable, con una tasa anual del 3,3%. Esto se debe a un incremento del número de trabajadores que permite compensar la evolución negativa de la remuneración media por asalariado (que registra una tasa del 0,1% frente al 0,3% del segundo trimestre).