Las reclamaciones por sobrecostes en las obras del AVE disparan un 66% las pérdidas de Adif

Sumados unos y otros, los números rojos de la sociedad alcanzaron el año pasado los 361,25 millones de euros. La compañía que se encarga de construir y explotar la red AVE provisionó 188 millones el pasado ejercicio ante las peticiones de aportaciones presupuestaria extra realizadas por las constructoras tanto por sobrecostes en las obras como por modificaciones imprevistas en los trabajos contratados. Los tramos más afectados están en el trazado ferroviario de alta velocidad a Galicia, en el denominado nudo de Bergara en la conexión vasca con la línea general de AVE y también en los túneles de Pajares de la línea a Asturias.

Las firmas adjudicatarias han presentado reclamaciones judiciales de cobro por valor de más de 450 millones, aunque su tramitación en los tribunales marcha con cierta lentitud. No obstante, estiman que la suma crecerá de forma exponencial a lo largo de este año porque alegan que ADIF adjudicó bastante contratos a la baja, con descuentos que en algunos casos superaron incluso el 50%. Entre las empresas que están en pleitos con el gestor público destacan las seis grandes constructoras (ACS, Ferrovial, FCC, Sacyr, OHL y Acciona), además de Copasa, Copisa y Comsa.

Asimismo, la compañía pública ha dispuesto de otros 128 millones como posibles pérdidas derivadas de las deudas acumuladas por las sociedades mixtas que ha constituido con distintos ayuntamientos, con el fin de realizar infraestructuras que completen la integración del AVE a su paso por esas localidades. Así figura en el balance de resultados publicado este viernes por el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Respecto a los ingresos comerciales, que se derivan básicamente del canon que ADIF cobra a Renfe por el uso de sus vías (junto a los cambiadores de ancho) y las estaciones de AVE -si finalmente se completa la liberalización del trazado de Levante dando entrada a un operador privado, también tendría que pagar la tarifa correspondiente-, se mantuvieron en un nivel parecido al de 2014. En concreto, aumentaron un leve 0,2% hasta rozar los 513,7 millones.

Más deuda y menos obras

Lo más preocupante de los números de la empresa, sin embargo, sigue siendo su más que elevada deuda, que incluso repuntó un 5% el año pasado hasta los 13.983 millones. Siete de cada 10 euros (70%) lo tiene pendiente de pago con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), con el que tiene contratadas varías líneas de financiación por un total de 9.803 millones. Lo que sí ha reducido, casi a la mitad (un 47% menos), es su pasivo con la banca, a la que aún adeuda 1.343 millones. Ello fue posible gracias a dos emisiones de bonos que lanzó por valor de 1.850 millones.

La incertidumbre política también está pasando factura a ADIF. Lo hizo ya en parte el año pasado, al terminar con un descenso anual del 8,4% en su cartera de obras en curso (cuyo importe total pendiente quedó en 12.229 millones), y también durante el presente ejercicio, pues solo en el primer cuatrimestre la licitación de obras de AVE se ha desplomado un 81% y apenas salieron a concurso trabajos por valor de 106 millones, según datos de la patronal de las grandes constructoras, Seopan.

La demanda de viajes en alta velocidad ferroviaria, no obstante, parece estar yendo bastante bien. De hecho, Renfe anunció este viernes que durante julio logró un nuevo récord mensual de viajeros al superar la frontera de los tres millones de usuarios en sus trenes de mayor recorrido, lo que a su vez supone un incremento del 4,6% respecto al mismo mes de 2015. En concreto, transportó 1,8 millones de personas en AVE, un 6,7% más, y otros 1,2 millones en Larga Distancia, con una subida del 3,4%.