El déficit público alcanzó el 5% en 2015 y superó en 8.000 millones el objetivo

Así, frente al objetivo de que el déficit de 2015 no superara el 4,2% en términos de Producto Interior Bruto (PIB), el saldo final rondará el 5% e incluso podría haberlo superado. Las culpables de esta desviación extra aparentemente imprevista el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, dijo a finales de febrero que el exceso sería solo de tres décimas sobre lo comprometido con sus socios de la Unión Europea son las comunidades autónomas y también la Seguridad Social.

En el primer caso, se estima que el déficit conjunto de las autonomías podría haber llegado al 1% del PIB, muy por encima del 0,7% que se había estimado para el pasado ejercicio, con Cataluña, Murcia, la Comunidad Valenciana, Extremadura y Aragón como las más incumplidoras. No obstante, dos tercios de los territorios (al menos 11 de los 17, excluidas Ceuta y Melilla) también superaron el listón de Bruselas.

Su mal comportamiento, en realidad, se veía venir desde hace meses. Así, los últimos datos publicados mostraban que hasta noviembre las comunidades autónomas se habían desviado respecto a su gasto público en un 1,3%. Por ello, la Comisión Europea ha insistido al Gobierno para que sea más severo con las cuentas territoriales.

Bruselas ya avisó

En su último informe de previsiones para España publicado el pasado 5 de febrero las autoridades comunitarias ya estimaban que su déficit en 2015 habría llegado al 4,8%, pese a la insistencia entonces del Gobierno en que de haber algún incumplimiento éste sería solo mínimo (como Rajoy apuntó pocas semanas después). Y aquel texto ya se advertían sobre las consecuencias negativas de la «incertidumbre política» en España que, a su juicio, ya estaba «pesando» en las decisiones de los agentes económicos.

Y es que en Bruselas quieren tener un interlocutor firme cuanto antes, y no parece que un Ejecutivo en funciones vaya a serlo. El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ya ha anunciado que tocará hacer «nuevos ajustes» y, aunque aún no se han concretado, los números no parecen engañar. España se ha comprometido a que el déficit no supere el 2,8% en 2016 y, de no mediar una flexibilización de esta meta sobre ello ya se ha intentado negociar algo, eso supondría un recorte cercano a los 22.000 millones de euros frente a los alrededor de 50.000 que habría tenido de números rojos al cierre de 2015 si se estima un PIB de 1,08 billones. Y antes de que finalice abril en los despachos de Bruselas habrán de tener tanto el nuevo cuadro presupuestario como el plan de reformas actualizado.

La otra responsable de tan importante desviación es la Seguridad Social, que también podría haber duplicado con creces su límite de gasto previsto del 0,6% pese a crearse 525.100 empleos aún así, el año terminó con casi 4,8 millones de parados. Los ayuntamientos, sin embargo, terminaron con superávit y el Estado, a su vez, habría logrado no rebasar su meta del 2,9%.