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David Valera
Lunes, 21 de marzo 2016, 12:34
España se mantiene como un destino de interés para los negocios como demuestra que la inversión extranjera aumentó un 11% en 2015. En concreto alcanzó los 21.724 millones, excluyendo las Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVE) frente a los 19.580 millones de ... 2014. La cifra del pasado ejercicio es la quinta más elevada desde 2000 y, según el Gobierno, apunta a la consolidación del cambio de tendencia iniciado en 2013 hacia la recuperación de la inversión productiva extranjera.
En términos netos (inversión bruta menos desinversión), el aumento de la inversión productiva fue del 7,9%, y alcanzó los 16.184 millones (15.000 millones en 2014). La desinversión productiva alcanzó los 5.541 millones, un 21% superior a la registrada en 2014 (4.580 millones de euros). El incremento de la desinversión se explica en buena medida por tres operaciones puntuales que tuvieron lugar a lo largo del año, según los datos del Ministerio de Economía publicados hoy. Descontando dichas operaciones, la desinversión productiva se habría reducido en un 34% con respecto al año 2014.
La mayor parte de las inversiones -excluyendo países de tránsito fiscal- cal-, proceden de Luxemburgo (16,5%, 3.584 millones), Holanda (12,8%, 2.777 millones), Francia (9,9%, 2.140 millones de euros), EE UU (7,3%, 1.581 millones) y Reino Unido (6,0%, 1.311 millones). Además, existen 3.273 millones que tienen su origen en España. Esto se explica porque esta cantidad, aunque técnicamente procede del extranjero, el titular último es residente en España. Es lo que se denomina inversión de ida y vuelta o round-trip investment y que, según el Ministerio de Economía, la mayor parte del importe corresponde a una única operación.
Si se analiza por sectores, la inversión extranjera se concentró sobre todo en la construcción con 4.706 millones (un aumento del 167,01%), industria manufacturera con 3.384 millones (un 58,02% más), actividades inmobiliarias con 2.992 millones, que supone un descenso del 0,55%, el comercio mayor y menor (2.386 millones y un descenso del 34,09%) actividades financieras y seguros con un retroceso del 13, 86% hasta los 2.326 millones y suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado con otros 2.195 millones y un aumento del 116,60%. En total, estos seis sectores recibieron el 82,8% del total de la inversión bruta.
Incertidumbre política
La evolución de la inversión no fue homogénea durante todo el ejercicio. De hecho, se incrementó en cada trimestre salvo en el último, justo cuando la incertidumbre política por el resultado de las elecciones era mayor. Así, en los primeros tres meses del año la inversión alcanzó los 2.579 millones. En el segundo trimestre se incrementó hasta los 6.719 millones y se elevó en el tercero a 7.068 millones. Por contra, en entre octubre y diciembre la cifra descendió hasta los 5.358 millones. En cualquier caso, más del doble que la registrada en el primer trimestre.
De momento, el Gobierno no quiso valorar si la situación política retrasa las inversiones. En este sentido, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha explicado que habrá que esperar a conocer los datos de 2016 y se ha limitado a asegurar que las cifras del año pasado son "francamente positivas". En concreto, ha recordado que la inversión extranjera demuestra que la política económica del Ejecutivo "ha sido capaz de atraer capital".
Una vez más, el efecto sede, es decir, que grandes compañías tengan su ubicación en Madrid y Cataluña ha provocado que ambas comunidades sean las principales perceptoras de esta inversión. En concreto, Madrid recibió 10.093 millones, lo que supone un descenso del 1,2%. Por su parte, en Cataluña la inversión se disparó el año pasado un 57,8% hasta los 4.783 millones debido a apuestas en el sector agroalimentario, financiero e inmobiliario. A juicio de Legaz, estos buenos datos de Cataluña demuestran la "nula credibilidad" que el proceso de independencia tiene para los inversores extranjeros.
En cualquier caso, no fueron todos los datos positivos. De hecho, la inversión bruta de España en el extranjero ha retrocedido un 7,7% hasta los 25.541 millones. García-Legaz ha relativizado esta caída y ha calificado de "muy notable" el volumen total.
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