Méndez: «Hay que reforzar los mecanismos de control y autoexigencia de los dirigentes de UGT»

"Queremos una estructura más austera, transparente y eficaz", asegura Méndez.

Probablemente los últimos años han sido los más amargos para él debido a los escándalos que han afectado a la organización. Por eso, una de las reformas que el 42 Congreso Confederal va a introducir es un reforzamiento "de los mecanismos de control y autoexigencia de los dirigentes sindicales", ha explicado Méndez en rueda de prensa. Se aprobará una Comisión de seguimiento del código ético que incorporará a tres personas ajenas a la central sindical "para que no se vuelvan a repetir situaciones que hemos padecido en el pasado", ha subrayado el líder de UGT.

Méndez tiene grabado a fuego el impacto que le causó descubrir que el histórico dirigente asturiano José Ángel Fernández Villa se había acogido a la amnistía fiscal. "Confianza ciega no se puede tener en nadie", asumió. Sin embargo, insistió en su "convencimiento" de que en UGT de Andalucía "no se han perpetrado prácticas ilegales", admitiendo únicamente que pudiera haber "malas prácticas". "Creíamos que teníamos controles suficientes y se ha comprobado que no es así", ha reconocido Méndez. De ahí, las propuestas para incrementarlos.

Tres precandidatos

El Congreso Confederal reunirá a 601 delegados en Madrid que elegirán al nuevo secretario general. Hay tres precandidatos: Josep María Álvarez, secretario general de UGT Catalunya; Miguel Ángel Cilleros, secretario general de la federación de Servicios para la Movilidad; y Gustavo Santana, secretario general de Canarias. Para presentar su candidatura deben reunir al menos el 25% de los avales de los delegados al Congreso.

Méndez ha recordado que, a su juicio, el nuevo secretario general debe reunir "capacidad y experiencia" y que eso no sólo lo tienen sexagenarios como él (Alvarez es apenas unos años menor). "En la organización hay banquillo", ha recalcado. Cuando hace meses Cándido Méndez anunció la convocatoria de un Congreso extraordinario para acelerar la sucesión, la definición que hizo de las características que debía reunir el sucesor apuntaban a Miguel Ángel Cilleros. En todo caso, afirma que se pondrá a disposición "incondicional" de la nueva Ejecutiva, pero "no para desarrollar tareas en el sindicato". "Quiero recuperar mi vida privada", concluye quien ha sido el líder de UGT durante más de dos décadas.