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José Antonio Bravo
Viernes, 19 de febrero 2016, 23:12
Doble toque de atención a los políticos por parte de las agencias de rating (calificación), que este viernes advirtieron sobre las consecuencias generadas por los cambios políticos registrados en España en los últimos meses. Lo hicieron sin censurar tendencias (progresistas o conservadoras), aunque sí dejando ... claro que ven «poco probable» que «en los próximos tres o cuatro años» se lleven a cabo las reformas estructurales «adicionales» que precisa el país.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha considerado que la decisión de la agencia de calificación de riesgos Moody's de rebajar de positiva a estable su perspectiva sobre la economía de España es "un aviso" ante la incertidumbre política tras las elecciones generales.
El jefe del Ejecutivo ha dicho ante ello que, "evidentemente", algunos empiezan a alertar de la situación de incertidumbre en España.
Una situación de la que ha responsabilizado al PSOE por "no ser capaz de decir cuál es su planteamiento" y por pretender unirse "a grupos políticos con ideas que no van a convencer a nadie y que no son buenas para generar crecimiento económico y empleo".
Una alusión a partidos como Podemos o los independentistas catalanes. "Moody's da un aviso", ha reconocido Rajoy, pero al mismo tiempo ha destacado los resultados de la economía española y que ha hecho del país el que más creció y más empleo creó entre los grandes de Europa el pasado año.
El presidente del Gobierno en funciones ha comparado la situación de España hace cuatro años con la que tiene en la actualidad y, por ello, ha defendido mantener las políticas económicas que cree que han funcionado.
"Esta es la batalla que algunos estamos dando, que otros no quieren que demos y que seguiremos dando porque creemos que es la buena para el conjunto de los españoles", ha añadido antes de sentenciar "Nosotros estamos a las órdenes de los españoles, no de algunos españoles".
Por ello, Moodys ha optado por penalizar a España, aunque solo levemente. Así, mantiene su nota en Baa2 (riesgo moderado), pero rebaja de positiva a estable su perspectiva, ahora tan solo dos escalones por encima de lo que se considera bono basura para los inversores.
Los expertos de la agencia anglosajona llegan a esa conclusión «independientemente de la composición del nuevo Gobierno». A su juicio, el problema radica en que la «fragmentación política» salida de las urnas el pasado 20 de diciembre «no conducirá a una renovada aceleración del momentum de reformas». Y para ello añade «no importa la forma en que se resuelva la situación de estancamiento actual», concluye en tono pesimista.
Claro que su calificación podría empeorar, avisan desde Moodys, si hubiera «una mayor desviación fiscal» y, con ello, un endeudamiento (respecto al PIB) mayor del previsto. Una «reversión» de las reformas acometidas en los últimos años, añade, sería otro elemento que empujaría a la baja su calificación, al igual que un «resurgimiento de las tensiones financieras» y también en los mercados de deuda soberana.
Las regiones gastarán más
Lo que más ha pesado para rebajar la perspectiva de España, apunta la agencia, ha sido que las mejoras institucionales de los últimos años «han tenido un impacto menor del previsto», incluyendo el mayor control presumido en las finanzas regionales y la reforma de las pensiones. Todo ello, continua, «limita el potencial para la mejora de la posición fiscal futura del país y de su trayectoria de crecimiento».
En un tono similar, Fitch otra de las tres grandes agencias advierte del riesgo de que las comunidades autónomas aumenten su gasto corriente más de lo presupuestado este año. Dicha subida vendrá empujada por la mejora de la economía, junto con el deseo de los gobiernos territoriales de compensar los esfuerzos de austeridad realizados en años anteriores.
Ve «probable» que la mayor sensibilidad hacia el gasto social de los nuevos gobernantes surgidos de los comicios regionales de mayo de 2015 se materialice en los presupuestos definitivos. En concreto, siete de las 11 regiones calificadas prevén aumentar su gasto operativo por encima del 2%, con subidas de hasta el 5,4% (Murcia) y el 8% (Comunidad Valenciana).
Además, advierte de que la evolución positiva de la recaudación fiscal puede añadir más presión sobre el gasto corriente. Desde Fitch recuerdan en este sentido que el gasto operativo que recogían los presupuestos iniciales de las comunidades ya era de un crecimiento «significativo» del 4,6%.
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