Los inversores asumen que la política económica apenas variará después de las elecciones

Entre los diferentes asuntos que copan la vida política, los inversores se encuentran mucho más preocupados por el futuro de las leyes relacionadas con el mercado laboral, el energético o la reforma de la Administración, que de la crisis en Cataluña, por ejemplo. "Al menos, eso es lo que se analiza con más insistencia desde fuera", explica Rafael Roldán.

En cualquier caso, y a pesar de este riesgo político, el 48% de los empresarios españoles planea realizar adquisiciones en los próximos doce meses, siempre pendientes de los acontecimientos electorales. "No es sólo un deseo, sino que muchas corporaciones ya tienen a otras empresas en su punto de mira", ha explicado Maite Ballester, senior advisor de EY y experta en capital riesgo. Un tercio de los entrevistados espera completar más operaciones que las realizadas en el último año. Los sectores de ciencia y salud -como el farmacéutico-, los de productos industriales y el de la automoción y el transporte serán los más activos a lo largo de 2016.

Las buenas perspectivas económicas que tiene España y la confianza en la estabilidad del mercado, los últimos resultados empresariales o el acceso al crédito están incentivando la apuesta de las compañías por crecer. Incluso, el número de corporaciones que tiene previsto reducir sus plantillas se ha visto mermado en un solo año del 22% al actual 7%. "Esta economía sigue siendo un hervidero de operaciones", ha recordado Rafael Roldán, quien ha explicado que los empresarios siguen centrando su atención en el mercado local -el español y el europeo, con Francia y Reino Unido a la cabeza- y, a partir de ahí, en territorios como Estados Unidos y China.