Secciones
Servicios
Destacamos
José María Camarero
Domingo, 11 de octubre 2015, 08:05
El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha aparcado cualquier plan de ayuda para la renovación de electrodomésticos antiguos por otros más eficientes a través de un programa que incentive su adquisición por parte de los ciudadanos. Al menos, es la posibilidad que parece descartada en los ... Presupuestos Generales del Estado que se están tramitando en las Cortes. Después de varios meses de negociaciones entre los fabricantes y el Ministerio de Industria, primero, y del de Agricultura y Medio Ambiente, después, no se habilitará ninguna partida para subvencionar las compras de aparatos para el hogar que sean más eficientes, consuman menos energía y contaminen menos.
El organismo encargado de gestionar este tipo de iniciativas, el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE), no incluye en sus previsiones de 2016 ninguna partida adicional de dinero más allá de las que se encuentran en vigor: para el alumbrado exterior municipal, la industria, la conducción eficiente y la rehabilitación energética de edificios. Fuentes ministeriales indican que «conforme se vayan agotando estas dotaciones iniciales se estudiará su continuación o bien la inclusión de nuevas líneas, con lo que a día de hoy no hay nada cerrado», pero nada asegura un plan de electrodomésticos. De hecho, el proyecto de ley presupuestaria indica que «las transferencias a sociedades, entidades públicas empresariales, fundaciones y resto de entes del sector público se reducen en 1.148 millones, lo que supone una reducción de 507 millones». De esa cuantía, unos 268 se retiran del IDAE: 175 millones menos por la supresión del Plan PIVE; 75 millones menos destinados a eficiencia energética y edificación; 11 millones del Fondo Nacional de Eficiencia Energética; y siete del fomento de la movilidad sostenible.
Esta decisión presupuestaria ha chocado con la propuesta por la que venía luchando el sector de los fabricantes durante todo el año. Su idea pasaba por habilitar una especie de PIVE -como el que ha estado en vigor, durante tres ejercicios para la adquisición de vehículos- pero para adquirir un frigorífico, una lavadora o un lavavajillas, entre otros dispositivos. La idea partió de la Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos (FECE), la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) y la Asociación Nacional de Fabricantes de Electrodomésticos de Línea Blanca (Anfel) y consistía en otorgar una ayuda de entre 80 y 120 euros por cada electrodoméstico renovado. Se pretendían sustituir 500.000 unidades. Supondría una inversión de 47,4 millones por parte del Estado, pero podría conseguir un retorno de 50 millones gracias a la recaudación de impuestos. Se denominaría Plan de Renovación e Incentivación de Electrodomésticos Eficientes (PRIE) y, además de apoyar al consumo, también se impulsaría a un sector mermado por la crisis.
Desde el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ya se apearon de esta propuesta antes del verano. Al menos, no sería el departamento dirigido por José Manuel Soria el que las conceda. En lo que sí iba a invertir el IDAE eran cuatro millones de euros en una campaña de comunicación genérica sobre ahorro de energía. Se trataba de una iniciativa con la que se quería concienciar a los ciudadanos sobre la importancia del etiquetado eficiente, aunque aún no ha arrancado. Debería haber sido en julio, dentro de las acciones del marco del Fondo Nacional de Eficiencia Energética.
Última bala en Agricultura
Con el 'no' de Industria, los fabricantes se dirigieron al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Ante la imposibilidad de que los fondos Feder (de Desarrollo Regional) pudieran utilizarse para estas ayudas, porque su reglamento impide otorgar subvenciones directas al consumidor, se pensó en materializar el fomento de electrodomésticos a través de programas como el Plan PIMA, también dependiente del IDAE. Esta iniciativa persigue la reducción de las emisiones de contaminantes atmosféricos y de dióxido de carbono. Pero, por ahora, sólo está dirigido a la renovación de vehículos comerciales. Se trataría de acomodar este programa para aprovechar su partida presupuestaria y desarrollar el de los aparatos eléctricos del ámbito doméstico.
Ante la merma de fondos disponibles en los Presupuestos para este fin, las empresas contaban con el desarrollo de un plan de subvenciones en varias fases, dependiendo de la época del año en la que se demandaran los aparatos -aires acondicionados en verano o de calefacción en invierno, por ejemplo-. Pero en ninguno de los documentos que se están tramitando durante estos días en el Senado, y cuyas leyes serán aprobadas definitivamente antes de que finalice este mes, hay rastro de las ayudas para electrodomésticos.
Desde que iniciaron las conversaciones con Industria para aprobar el ansiado plan, las patronales han recordado que el sector, que se ha visto reducido de 20 plantas en el 2006 a las nueve del año pasado, es importante para la economía española, ya que factura cerca de 4.500 millones y es «un potente sector de generación de empleo» con más de 71.700 trabajadores.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.