Las cuentas de la Seguridad Social seguirán descuadradas en 2016

Es decir, es altamente improbable que la Seguridad Social mejore sus ingresos a través de las cotizaciones que pagan empresas y trabajadores dados de alta en los diferentes regímenes. A pesar de la mejoría en los datos de empleo, muchos de los nuevos trabajos cotizan por bases muy pequeñas; y en otros casos, la disminución de los sueldos también ha provocado una merma en las cotizaciones sociales. La Airef reconoce que los ingresos de la 'caja única' se están recuperando de forma moderada, pero indica que la baja inflación y el proceso de devaluación interna a través de los salarios impiden mejorar las perspectivas de las cuentas de la Seguridad Social.

Ante esta situación, la Airef recomienda aplicar una de las medidas que el propio Gobierno ha plasmado en el texto de los Presupuestos Generales de 2016: la posibilidad de que una parte de las prestaciones que ahora paga la Seguridad Social se financien vía impuestos y no a través de las cotizaciones. Se trataría de pensiones como las de viudedad o las de orfandad, entre otras, para dejar en manos de la Seguridad Social exclusivamente las de jubilación. A ello insta la Airef en su último informe, para que se garantice la compatibilidad entre los objetivos de estabilidad presupuestaria aprobados para los Fondos de la Seguridad Social y la financiación de las prestaciones incluidas en el Sistema. Para este organismo, son necesarias medidas que aseguren de forma más permanente la financiación de la Seguridad Social con cargo a los Presupuestos Generales del Estado u otras decisiones para equilibrar el sistema, tal y como ya avanzó en julio pasado.

El organismo fiscal independiente sí ha ofrecido mejores perspectivas para el resto de grandes partidas de las cuentas públicas españolas. Indica que el objetivo de déficit previsto para la Administración Central en 2016 (2,2% del PIB) parece alcanzable y se sustenta en el dinamismo de los ingresos tributarios, en la disminución de la trasferencia realizada al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y en la reducción prevista de la carga financiera de la deuda. Según la Airef, el crecimiento de los ingresos tributarios resulta, en su conjunto, plausible, aunque podría existir un cierto riesgo a la baja en los impuestos directos, sobre todo del Impuesto sobre Sociedades, vinculado a la incertidumbre derivada del impacto final de la reforma fiscal, de la evolución de la actividad económica y del efecto final de la compensación de las bases imponibles negativas.