El FMI advierte a España de que si se suprimen las reformas se frenará la recuperación

La institución presidida por Christine Largarde recuerda que la recuperación "se ha acelerado", con unas perspectivas de crecimiento del 3,1% para este año y un 2,5% para el próximo. De hecho, el FMI minimiza considerablemente el riesgo de contagio de España -"indudablemente mucho menor en la actualidad" que hace unos meses, indica-, por problemas como los de Grecia. Pero incide en que si el país ya no es tan vulnerable se debe "a la aplicación de las reformas", lo que ha conseguido "anclar la confianza". Si las leyes actuales se rompen, esa fiabilidad volvería a estar en entredicho. La alerta llega en un momento en el que los partidos se preparan para la campaña electoral ante la cita de finales de año. De hecho, el organismo subraya en su informe que uno de los riesgos que acechan al país es la "fragmentación política", como la que ya se vislumbró en las pasadas elecciones municipales.

Las recomendaciones del FMI no sólo pasan por asentar lo que ya se ha hecho. Sino que insiste en dar un paso más en materia laboral y fiscal. Para los directivos del Fondo, "el desempleo es aún muy elevado" y estiman que no sería hasta dentro de cinco años cuando la tasa de paro cayese hasta el entorno del 16%. Por ello, aboga por una nueva vuelta de tuerca a la legislación sobre el empleo, con medidas como un contrato único en el que el coste del despido varíe en función de la antigüedad del trabajador; una aportación del salario destinada a un fondo al que se recurra en caso de extinción de la relación laboral; la supeditación de los salarios a la productividad de las empresas; o la eliminación de trabas administrativas. El Fondo sostiene que ha sido la reforma aprobada en 2012 y "un crecimiento moderado de los sueldos" los dos factores que han "apuntalado el empleo" y que han ayudado "a recuperar la competitividad" del mercado español.

También lanza algunas recomendaciones al Gobierno para que no tire fuegos artificiales ante el buen ritmo de recuperación que está mostrando la economía en los últimos meses. El FMI avisa que el Ejecutivo no debe desperdiciar el crecimiento adicional que registre la economía, por encima de sus previsiones, gastando ese dinero en diferentes partidas presupuestarias. La consigna pasa por utilizar ese capital "para seguir reduciendo el déficit público". De hecho, valora la última reforma fiscal aprobada por el Ministerio de Hacienda para insistir en que aún puede ser más profunda, con más impuestos indirectos y menos directos. Es decir, aboga por eliminar los tipos reducidos del Impuesto de Valor Añadido (los del 4% y el 10%), y unificarlos con el general (21%), como ocurre en gran parte de los países europeos. También pide incrementar la fiscalidad medioambiental y los Impuestos Especiales (tabaco, alcohol o combustibles). Y todo ello combinado con la implantación de copagos en los servicios sanitarios y educativos a través de las Comunidades Autónomas. El FMI insta a aprobar una legislación regional que permita desarrollar este tipo de medidas "para mantener el acceso y la sostenibilidad de la educación y la sanidad públicas". Aunque también recomienda no aplicar ese tipo de copagos a los sectores más vulnerables de la población, o en casos de enfermedades crónicas y vacunas.

El informe del Fondo vuelve a meterse en arena política al valorar "positivamente" el comportamiento fiscal de las Comunidades, pero sobre todo al tratar la cuestión de la financiación territorial. Admite que los procedimientos de liquidación del sistema actual "pueden ser mejorados". Y propone aumentar la capacidad tributaria de los diferentes territorios "para que así puedan alcanzar sus objetivos fiscales". También defiende la idea de que se "reequilibren" los objetivos de disciplina fiscal impuestos por el Gobierno y la implantación de desembolsos regionales en función de los planes de ajuste que presente cada Ejecutivo regional en el marco de sus competencias.