La inflación se mantiene en julio en el 0,1% por la subida de la luz y el ocio

Así, el grupo con más influencia en la inflación este mes fue la vivienda, cuya variación aumenta ocho décimas hasta el 0,1% a causa de la subida de los precios de la electricidad, frente a la bajada registrada en julio de 2014. Sin embargo, en este grupo también destaca la bajada de los precios del gas y el gasóleo para calefacción, que se mantuvieron estables el año pasado.

Asimismo, comunicaciones presenta una tasa del -0,6%, más de un punto por encima de la del mes anterior debido, en su mayoría, a que los precios de los servicios telefónicos no han variado este mes, mientras que en 2014 descendieron. También el grupo ocio y cultura influyó con una variación anual del -0,2%, seis décimas superior a la del mes de junio, como consecuencia de que los precios del viaje organizado han aumentado más este mes que en julio del año pasado.

Por su parte, los precios del transporte retrocedieron siete décimas hasta el -3,5% debido, en su mayoría, a la bajada de los precios de los carburantes y lubricantes este mes, frente a su estabilidad en julio de 2014. Los alimentos y bebidas no alcohólicas cayeron cuatro décimas respecto a junio y se sitúan en el 1,4%. Destaca en esta evolución el descenso de los precios de las legumbres y hortalizas frescas y las frutas frescas. También influye, aunque en menor medida, la estabilidad de los precios del pescado fresco, que aumentaron en 2014.

Además, la tasa anual del IPC armonizado (homogéneo en toda la UE) se quedó en el 0% en julio, la misma cifra que la registrada el mes anterior. Es una de las pocas veces en los últimos tiempos que este índice es inferior al IPC general. En cualquier caso, los precios en España todavía se mantienen en tasas inferiores a las de la eurozona.

Recuperación gradual

La tasa de julio supone la segunda positiva consecutiva, algo que no ocurría desde junio de 2014 (en aquella ocasión se lograron tres meses con precios por encima de cero). Y es que después comenzó una serie negativa que se prolongó desde julio del año pasado hasta junio de este ejercicio y que alcanzó su punto máximo en enero de 2015 cuando la tasa se situó en el -1,3%. Desde entonces los precios iniciaron una gradual, pero constante escalada que les llevó a tasas positivas en seis meses.

El Gobierno siempre ha rechazado la posibilidad de una deflación y ha achacado la baja inflación al abaratamiento del barril de petróleo y no a una caída general de precios en los productos. Además, el Ejecutivo defiende que unas tasas moderadas beneficia a la competitividad de las empresas españolas e impulsan sus exportaciones, especialmente en la UE. También considera que permite a los trabajadores y pensionistas mantener el poder adquisitivo pese a la moderación salarial. En cualquier caso las previsiones del Ministerio de Economía es que la inflación se recupere poco a poco y termine el año alrededor del 0,5%.

Una opinión que no comparten los sindicatos al advertir que las tasas tan bajas ponen de manifiesto la debilidad de la recuperación. Por eso solicitan una revalorización de los salarios más intensa que permita ganar poder adquisitivo a los trabajadores y así aumente el consumo y con ello se aleje el fantasma de la deflación.