José Antonio Bravo
Jueves, 23 de julio 2015, 21:57
Un flautista de Hamelín moderno de las finanzas o un estafador, eso sí, poco vulgar. Para la Fiscalía de la Audiencia Nacional Germán Cardona, conocido como el Madoff español por seguir los pasos de quien fue uno de los personajes más conocidos de Wall ... Street, es lo segundo. Por eso pide hasta 21 años de cárcel para él y le acusa de cuatro delitos distintos, nada menores: estafa, falsedad documental, blanqueo de capitales y asociación ilícita.
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Los representantes del Ministerio Público tienen claro que estamos ante el «promotor y máximo responsable» de una estructura piramidal fraudulenta, «capaz de afectar a un elevadísimo número de personas» y con la que se «enriqueció ilícitamente». Porque a Cardona se le atribuye un patrimonio inmobiliario de al menos 24 millones de euros fruto de sus manejos irregulares y, además, 294 lingotes de oro valorados en 128 millones de euros que le intervino el Gobierno de Estados Unidos en 2009 en una caja que tenía depositada en un banco de Florida.
La burbuja se pinchó en marzo de 2011 con su detención en Valencia. Algunos creían que su posible estafa llegaba hasta los 1.600 millones, aunque finalmente la Fiscalía la ha reducido a unos 350 millones de euros (en concreto, 390,7 millones de dólares). A su vez, el número de inversores afectados alcanza los 174.860, pertenecientes a 110 países distintos.
Cardona, de 53 años de edad, montó su estructura a partir de un grupo societario (Evolution Market, EMG), cuyo nombre comercial era Finanzas Forex y con sede en Panamá. Y es que su fin teórico era operar en este mercado internacional de compraventa de divisas, ofreciendo a sus clientes rentabilidades de entre el 10% -para una inversión mínima de 10 dólares- y el 21% -a partir de cantidades superiores a 50.000 dólares-. El problema, apunta la acusación, es que en realidad «no existía actividad comercial o financiera alguna» que diera ese rendimiento.
De hecho, el Madoff español solo destinaba «una pequeña cantidad» del dinero captado al mercado Forex. Según la Fiscalía, el resto era para engordar su patrimonio y el de sus colaboradores hay otros tres acusados, costear los gastos de EMG o celebrar convenciones internacionales para captar nuevos clientes.
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Otra forma de enganchar inversores era reconvertirles en promotores para que sumaran a más personas. A cambio recibían una comisión del 0,5% respecto a cada cantidad captada, cruceros, coches de lujo o bonus de hasta 60.0000 euros para comprar casas.
Un personaje singular
La biografía de Cardona le sitúa como un personaje singular. En una de sus múltiple conferencias por Colombia, Brasil y Estados Unidos sus principales centros de operaciones junto a España-, grabada con un móvil y colgada en YouTube, dejaba claras sus intenciones: me gustaría salir en el libro Guinness por ser la empresa que está pagando a más gente en el mundo".
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Los que pudieron conversar con él en esos encuentros decían que tenía don de palabra, sabía cómo generar confianza. Pero no era, al menos en apariencia, un genio de las finanzas, al menos desde el punto de vista académico. Según el diario colombiano La República, carecía de estudios universitarios e incluso habría vendido jabones y cepillos en mercados ambulantes para ganarse la vida en España.
Después llegaría el deseo de parecerse al hoy defenestrado Bernard Lawrence Madoff, conocido como Bernie por sus allegados y sentenciado en 2009 a 150 años de prisión como responsable de una macroestafa de 50.000 millones de dólares (unos 45.400 millones de euros).
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