Una madre pasea con sus hijos.

El agrupamiento familiar ha reducido la desigualdad en el consumo durante la crisis

Cantabria es la comunidad más desigual y País Vasco, la que menos

Amparo Estrada

Viernes, 10 de julio 2015, 14:51

El agrupamiento familiar que se ha registrado en España en los últimos años ha permitido absorber el impacto de la crisis en los hogares menos favorecidos y reducir la desigualdad en la distribución del gasto. Un estudio presentado por BBVA Research analiza la evolución en ... los niveles de vida de los diferentes grupos sociales desde el inicio de la crisis. El gasto de los hogares entre 2007 y 2014 ha caído un 16%, pero con grandes diferencias entre comunidades autónomas y grupos sociales. No obstante, en este periodo se ha reducido un 8,88% la desigualdad en la distribución del gasto de los hogares para el conjunto del país. Y el 80% de esta reducción de la desigualdad se explica por los cambios en la estructura familiar de los hogares, por ejemplo, con la vuelta al hogar paterno de hijos que ya se habían independizado o incluso que ya habían formado su propia familia. No ha sido inhabitual que en familias con todos los miembros en paro haya sido la pensión del abuelo la que ha permitido subsistir a hijos y nietos.

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Aunque España llevaba 100 años reduciendo el tamaño de las familias, la recesión ha cambiado la tendencia entre los hogares de menor renta. Esta reunificación familiar para afrontar mejor la crisis explica también la sorprendente evolución de la desigualdad en el consumo, que ha mejorado durante la crisis, y que a pesar del fuerte incremento del desempleo no se haya recrudecido la conflictividad social, según Antonio Villar, profesor de la Universidad Pablo de Olavide y del European University Institute y autor del estudio.

En él se compara el gasto del 10% de los hogares con mayor gasto con el 40% de los hogares. La proporción entre ambos se denomina ratio de Palma y mide la desigualdad en el gasto. En España, en 2014 se había reducido casi un 9% respecto a la que existía en 2007. Además de la reunificación familiar, este caída se explica también porque los hogares más ricos tienen más margen para reducir el gasto y recomponer sus activos y su ahorro, mientras que en las familias con menos ingresos la mayor parte del consumo es en productos de primera necesidad, como la alimentación, de los que no es posible prescindir.

No obstante, en el último año, una vez iniciada la recuperación, la desigualdad en el consumo ha vuelto a repuntar, tendencia que es previsible que se mantenga. Rafael Doménech, economista jefe de Economías Desarrolladas de BBVA Research, explica que, con la recuperación, es posible que aumente la desigualdad en el gasto pero disminuye la desigualdad en la renta al aumentar el empleo. Un 80% del aumento de la desigualdad tiene su fundamento en el aumento del paro.

Cantabria, la más desigual

El índice de desigualdad medido por el ratio de Palma es bastante diferente por comunidades autónomas. Actualmente, la comunidad con mayor desigualdad en el consumo es Cantabria, ya que tiene un ratio de Palma de 0,95 con datos de consumo familiar correspondientes a 2014. Como el ratio compara el 10% de las familias más ricas con el 40% de las más pobres (una de rentas altas por cuatro de renta baja), si el ratio fuera de 0,25 significaría que un hogar rico gasta lo mismo que un hogar pobre. Al estar en 0,95, significa que una familia rica en Cantabria consume casi cuatro veces más que una pobre. En Cantabria, la desigualdad es ahora un 2,46% más elevada. La comunidad con menor desigualdad es el País Vasco, con una ratio del 0,75 y un descenso del 7,11% en la diferencia en la distribución del gasto entre ricos y pobres.

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Las comunidades que más han reducido la desigualdad en 2014 respecto a 2007 son La Rioja (-32%), Castilla y León (-30,89%), Extremadura (-25,8%) y Asturias (-19,36%).

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