Competencia y AENA elevan su pulso por la rebaja de las tarifas aéreas

Y dado que AENA se ha venido haciendo el remolón al respecto, le da un plazo de 10 días para introducir esos cambios. No obstante, también le ofrece la oportunidad de aportar su punto de vista, cosa que harán desde la compañía semipública (el 51% del capital permanece en manos del Estado). En esas alegaciones, incidirá en el hecho de que este asunto está recurrido ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, a la que ha pedido que suspenda cautelarmente los efectos del acuerdo de la CNMC hasta que dicte sentencia, algo que se demorará varios meses.

Aparte de la pugna política de fondo -en AENA creen que Competencia se ha excedido en sus atribuciones, mientras que en está critican que el gestor aeroportuario parecen crecido de poder, según uno de sus miembros-, en juego hay también una cantidad económica significativa. Los cálculos de la empresa apuntan a una reducción de ingresos de unos 25 millones de euros por cada punto de bajada en sus tarifas, de modo que una reducción del 3,5% -en la CNMC estimaban al principio una bajada de entre el 2% y el 3%- podría conllevar una merma de 85 millones para su caja.

El problema es que AENA tiene ahora otros compañeros de viaje, del sector privado y preocupados porque el beneficio de la empresa (479 millones de euros el año pasado, casi un 20% menos que en 2013 por sus pleitos sobre expropiaciones de terrenos y tener menos deducciones fiscales) no se resienta. Así, el fondo británico TCI, segundo mayor accionista de la compañía (7,7% del capital), ha presentado recurso ante la Audiencia Nacional. Y no solo se queja del recorte de tarifas, también del hecho de que la CNMC quiera transferir 70 millones de la caja de los servicios aeroportuarios a la de actividades comerciales.