Moody's mantiene la misma nota a España desde hace un año y medio

Sin embargo, la evolución de la deuda, que está a punto de superar el 100% del PIB, y el problema del desempleo, con una tasa de paro del 23,78%, siguen siendo los principales riesgos de la economía, junto al calendario electoral, uno de los temores sobre los que Moodys ya había advertido en algunos de sus análisis. España aún se encuentra un peldaño por debajo del nivel de Irlanda, otra de las economías periféricas más afectadas por la crisis. Y todavía está muy alejada de Alemania con la mejor nota de todo el mundo- o Francia, también en la parte alta de la tabla.

En la calificación de febrero del año pasado, Moodys subía por primera vez la nota y reconocía los esfuerzos que había hecho la economía española en los tres últimos años. De hecho, a la valoración Baa2 le concedía perspectivas positivas. La agencia argumentaba que el país había conseguido reequilibrarse y pasar a un modelo de crecimiento más sostenible. Además, sostenía que España había ido implantando un amplio abanico de reformas estructurales en impuestos, pensiones y en el mercado de trabajo, además de la reestructuración del sistema bancario. El peor momento por el que pasó la economía española frente a las agencias de calificación crediticia fue a mediados de 2012 cuando las tres firmas otorgaron la peor nota en las últimas décadas. Fue entonces cuando la deuda estuvo a punto de traspasar la barrera del bono basura, la nota en la que Grecia se mantiene desde hace más de cuatro años. Moodys concedía un Baa3, y S&P y Fitch, un BBB-.