La demanda interna impulsa el PIB un 0,9% en el primer trimestre

Sin duda, la clave de la aceleración de la economía es la mayor contribución al PIB de la demanda interna (tres puntos frente a los 2,7 puntos del trimestre anterior). En concreto, el gasto en consumo final de los hogares experimentó un crecimiento anual del 3,5%, una décima superior al del cuarto trimestre, como consecuencia especialmente del comportamiento de los bienes duraderos y no duraderos no alimenticios.

Por su parte, el gasto en consumo final de las administraciones públicas presentó una variación anual en volumen del 0,1%, seis décimas superior a la del trimestre precedente. Un claro síntoma del año electoral, donde los gobiernos regionales han hecho un esfuerzo de inversión superior.

Además, la formación bruta de capital fijo registró una tasa de crecimiento del 6%, nueve décimas superior a la del trimestre anterior. Atendiendo a los distintos tipos de activos, los materiales presentan una tasa del 6,7%, lo que supone 1,2 puntos más que en el trimestre precedente. Por su parte, la inversión en productos de la propiedad intelectual creció un 2,0%, reduciendo 1,1 puntos la tasa del cuarto trimestre de 2014.

La inversión en activos de construcción también mejoró 2,5 puntos su tasa anual, que pasa del 2,4% al 4,9%, como consecuencia del mejor comportamiento de la inversión en vivienda como en ingeniería civil y en otras construcciones.

La otra gran pata del PIB, la demanda externa, tuvo una contribución menos negativa con una aportación de -0,3 puntos frente al -0,7 del trimestre anterior. En cualquier caso, su contribución sigue siendo negativa, una tendencia que se inició en 2014 por primera vez desde el inicio de la crisis. Y eso que en el primer trimestre de 2015 las exportaciones aumentaron un punto al pasar del 4,7% al 5,7%. En el caso de los bienes, se produjo una desaceleración de 1,9 puntos (del 5,3% al 3,4%) que fue compensada con las ventas de servicios no turísticos que aumentaron un 17,8%, lo que supone 14,3 puntos más que en el trimestre anterior (3,5%).

En cuanto a las importaciones, su menor ritmo de crecimiento en estos tres primeros meses del año (del 7,7% al 7,4%) permitió al sector exterior una contribución al PIB menos negativa. En concreto, las importaciones de bienes presentaron un descenso de 0,7 puntos respecto al trimestre anterior y las compras de servicios registraron una tasa del 10,4%, lo que supone 1,6 puntos más que en el trimestre precedente (8,8%).

Avance del empleo

Por otra parte, los datos del INE en contabilidad nacional también reflejan que los datos de empleo en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, registró en el primer trimestre del año una variación trimestral del 0,8%, una décima superior a la del trimestre anterior (0,7%). En tasa anuales, el empleo presentó un crecimiento del 2,8%, cuatro décimas superior a la registrada en el cuarto trimestre de 2014. Esta evolución supone un incremento neto de 458 mil empleos equivalentes a tiempo completo en un año.

Por sectores, el comportamiento en la agricultura fue el más desfavorable con una tasa de empleo del -5,8% frente al -4,1% del trimestre anterior, es decir, aumento del paro. Mejor fue para la industria, que registró una variación del 3,5% frente al 2,9% del trimestre precedente. En el caso de la construcción la tasa se incrementó 6,4 puntos y se situó en el 9,7%. Finalmente, el empleo de los servicios mejoró en una décima hasta el 2,7%.

Por último, la remuneración de los asalariados en el primer trimestre de 2015 pasó del 2,4% al 4,1% en tasa anual debido al mayor número de trabajadores. Sin embargo, la retribución media por asalariado fue más limitada y solo creció 1,4 puntos.