Cañete rechaza los precios regulados de la luz porque provocan «distorsión»

Se refiere Arias Cañete, en el caso de España, al Precio Voluntario del Pequeño Consumidor (PVPC), que cuenta con cierto 'respaldo' oficial, al determinar el coste de la luz bajo unas determinadas variables, independientemente de las del mercado liberalizado. Para el comisario, este PVPC, que está presente en la mayor parte de las facturas de los países de la Unión, debe "acabar". Sin embargo, Cañete ha asegurado que, a la vez, "se deben habilitar sistemas de protección para los consumidores más vulnerables", que ahora se encuentran medianamente protegidos por el precio regulado. Eso sí, "se debería hacer bajo medidas que no se encuentren dentro de la política energética", según Cañete. Es lo que ahora está ocurriendo con el bono social, con el que se rebaja un 25% el coste de la energía entre los usuarios con menos recursos. Para la Comisión, este tipo de ayudas deberían llegar "a través de otras políticas", como los Presupuestos del Estado.

En España, el 55% de los usuarios domésticos de luz aún se encuentran bajo el paraguas de los precios regulados, frente al 45% que ya contratan sus costes en el mercado liberalizado de la electricidad. El incremento de consumidores que se han pasado al mercado libre ha sido muy importante en los dos últimos años, aunque aún son mayoría los que se rijen bajo la tarifa 'oficial'.

En relación con los consumidores, Arias Cañete también ha revelado que le resulta "incomprensible" la factura de la luz, aunque ha matizado que "siempre ha sido así, no es algo novedoso". El comisario ha defendido que el despliegue de los contadores inteligentes será útil para determinar el tipo de consumo que hagan los usuarios, quienes "deberían tener un papel más dinámico" en la composición de su factura.

En este mismo encuentro, Arias Cañete ha anunciado que la Comisión Europea ampliará los objetivos energéticos de cara a 2030. En el caso de las energías renovables, prevé que "alcancen el 27% de la producción europea" para ese año, frente al objetivo del 20% en 2020. Por otra parte, prevé reducir la emisión de gases con efecto invernadero un 40% para 2030. Y frente al objetivo de alcanzar un nivel de interconexiones entre países del 10% de su capacidad energética en 2020, Cañete estima que debería ser el 15% también a finales de 2030.

El comisario también ha señalado que la Unión Europea está analizando los diferentes procesos de primas a las energías renovables, como los que existen en España, "para comprobar si también provocan distorsiones entre los diferentes países europeos", aunque no se ha querido pronunciar aún sobre la conveniencia o no de este tipo de subvenciones oficiales a las eólicas o fotovoltaicas, entre otras fuentes de generación.