«Ha entrado como un elefante en una cacharrería»

Hoy se somete a la Junta el reparto de dividendo, que se reduce de 0,60 euros por acción a 0,20, algo que no ha gustado a muchos accionistas aunque ahora se vaya a pagar en efectivo en sus tres cuartas partes. Aunque en la votación con toda seguridad saldrá aprobado, algunos accionistas manifestaron su desacuerdo en el turno de palabra. Cuando llega, nos reduce el dividendo. Ha entrado como un elefante en una cacharrería, expuso gráficamente uno de los accionistas dirigiéndose a la presidenta Ana Botín. Otro le advirtió de que si no cambiaba su estrategia de dividendo le perdería como cliente y como accionista.

Las criticas siguieron llegando. Mi recuerdo a Emilio Botín del que creo todos nos vamos a acordar, dijo el siguiente interviniente.

Una accionista, que decía hablar en su nombre, en el de su madre, sus hijos y sus abuelos, todos accionistas, declaró ser rentista y preguntó a Botín por las perspectivas de futuro de los rentistas del Banco Santander. Si nos quedamos sin esos ingresos, nos hacen polvo.

La censura a la reducción del dividendo no dejaba de salir a lo largo de los 29 turnos de palabra solicitados. No tiene sentido. Toda persona con sentido común no lo puede entender, explicó uno de los asistentes refiriéndose al recorte en la retribución al accionista y les emplazó a cambiar: Rectificar es de sabios.

También se exigieron explicaciones por la ampliación de capital acelerada después de haber asegurado repetidamente que no era necesaria.

No obstante, hubo algún respaldo a la gestión de Ana Botín. El día que esté descontento no vendré, venderé mis acciones. De momento, he comprado más, resumió un accionista satisfecho.