Ana Botín: «Hoy hay motivos para la confianza a pesar de los riesgos crecientes»

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, defendió hoy en la Junta de Accionistas de la entidad los cambios que ha introducido en la gestión de la entidad desde que fue nombrada presidenta en septiembre del año pasado, en especial la nueva política de dividendo. Recibió duras críticas de los pequeños accionistas al recorte del dividendo (ha pasado de 0,60 euros por acción a 0,20) y uno le llegó a decir que si no la modificaba le perdería como cliente y como accionista.

Los cambios introducidos por Ana Botín han sido muchos, primero de equipo con el nombramiento de nuevo consejero delegado José Antonio Álvarez- y la sustitución de consejeros históricos como Abel Matutes o Fernando de Asúa. Pero también y muy notablemente el golpe de timón en el dividendo, renunciando al reparto de los 0,60 euros por acción que el anterior presidente había mantenido contra viento y marea durante seis años, aunque pagándolo en acciones (Dividendo Elección) con las consiguientes ampliaciones de capital que diluían el valor de la acción. El nuevo equipo ha reducido el dividendo a 0,20 euros por acción, pero recuperando el pago en efectivo en tres cuartas partes del mismo (sólo se abonarán 0,05 euros a través del Dividendo Elección). Esta nueva política de dividendos es buena para el banco y buena para todos los accionistas, afirmó Botin, algo que no compartieron la mayoría de los accionistas que solicitaron la palabra en la Junta. El objetivo de Botín, que reiteró ante la Junta, es dar gran importancia al pago del dividendo en efectivo, de modo no dilutivo y que sea sostenible y creciente de acuerdo con los resultados del grupo. En este sentido, se propone distribuir entre el 30% y el 40% del beneficio recurrente.

Asimismo, Botín defendió la ampliación de capital de 7.500 millones de euros realizada de forma acelerada y restringida para determinados inversores y sin dar acceso a los accionistas minoristas. Botín afirmó que en circunstancias de incertidumbre y alta volatilidad de los mercados, cualquier otra alternativa hubiera supuesto mayor descuento y mayor dilución para el accionista. No sólo defendió la ampliación restringida sino que puntualizó ante la Junta que, días después, los accionistas minoritarios tuvieron una amplia oportunidad para adquirir los títulos en el mercado a un precio inferior al de la ampliación debido, lógicamente a la caída del valor-.

Los accionistas, muchos de ellos personas mayores que habían soportado bajo la lluvia una lenta y atascada entrada al Palacio de Congresos de Santander, vieron con estupor cómo el nuevo vicepresidente y consejero coordinador de los consejeros externos, Bruce Carnegie-Brown, se dirigía a la Junta en inglés teniendo que ser posteriormente traducido por el secretario. Uno de los accionistas que solicitó la palabra recomendó al consejero británico que se asegurara de dominar el español porque entendía que era necesario para ejercer su cargo

La presidenta del Santander recalcó que la entidad tiene capacidad para crecer con su propia base de clientes en sus diez mercados principales. Por tanto, no tenemos necesidad de comprar, afirmó, aunque matizó que eso no excluye estudiar alguna inversión puntual si añade valor a los accionistas. En la actualidad, Banco Santander participa en el proceso de subasta del banco portugués Novo Banco, la parte buena desgajada del intervenido Espirito Santo.