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Amparo Estrada
Domingo, 22 de marzo 2015, 08:43
Juan Pedro Velázquez-Gaztelu (Málaga, 1962), periodista especializado en información económica e internacional y actualmente en el equipo de la revista Alternativas Económicas, acaba de publicar el libro 'Capitalismo a la española'. En una época en la que los casos de corrupción inundan los tribunales, ... Velázquez-Gaztelu denuncia cómo la perversa relación entre poder económico y poder político obstaculiza la salida de la crisis y perpetua la privilegiada posición de las élites.
-¿Cuáles son las particularidades del 'Capitalismo a la española'?
-Una de las particularidades es que el poder económico está concentrado en pocas manos en España, a diferencia de otros países donde las grandes decisiones económicas y empresariales están más repartidas. Otra característica del capitalismo español, aunque no exclusiva, es la estrecha relación que existe entre el poder económico y el poder político. Existe un maridaje que perpetúa a esas élites políticas y económicas en una situación de poder a la que no parecen querer renunciar.
-¿La corrupción es la consecuencia de esa estrecha relación?
-La corrupción es uno de los resultados, pero no el único. Uno de los más perniciosos es el freno a la entrada de nuevos actores en el terreno económico porque esos intereses comunes de las élites económicas y políticas lo que hacen es impedir que se abra más el mercado a nuevos competidores. En España, muchas veces para que una empresa prospere es más importante tener un buen contacto político, un buen enchufe en la administración que tener un buen producto, invertir en innovación o ser más competitivos en definitiva.
-¿Qué partidos políticos protegen más a esas élites económicas?
Esta confluencia de intereses entre poder político y económico no se circunscribe a un partido en concreto. El PP es más cercano a los empresarios por su ideología y quizá se haya dado con más frecuencia esa confluencia. Pero ningún partido está salvo de ese maridaje, como hemos visto en las cajas de ahorros, donde estaban no sólo los grandes partidos, sino también los sindicatos.
-Grandes empresarios se han mostrado preocupados por la irrupción de Podemos.
-La élite económica no quiere que las cosas cambien, a ellos les va muy bien, mientras que la clase media ha visto caer su poder adquisitivo y va a tardar mucho tiempo en recuperarlo. Las grandes empresas ven con muchísimo recelo la aparición de nuevos partidos como Podemos porque amenazan todo el entramado en el que se sienten cómodos y del que se han beneficiado.
-Una de sus críticas se centra en las puertas giratorias. ¿Qué alternativas ofrece?
-Las puertas giratorias son un fenómeno que se da en la mayoría de las sociedades de libre mercado, pero creo que nuestro país está haciendo un uso excesivo de ellas. Creo que es positivo que los que trabajan en el sector privado se dediquen unos años a la política y aporten su experiencia y al revés. Lo que ocurre en España es que en muchas ocasiones las grandes empresas contratan a políticos no por sus conocimientos sino por su red de contactos porque pueden facilitar que obtengan favores o un trato privilegiado en sus negocios. En muchos consejos de administración la presencia de políticos o de familiares de los mismos es excesiva.
-¿Qué lobbies o empresas abusan más de esto?
-En España prácticamente todas las grandes empresas se mueven en sectores fuertemente regulados: telecomunicaciones, energía y banca. Dependen de la regulación y la supervisión de los organismos de la administración En esos sectores es donde más se utilizan las puertas giratorias, tener a ex políticos que incluso han participado en la elaboración o vigilancia de las normas es muy positivo para la empresa porque tienen los contactos y la capacidad de influir en los nuevos gobernantes.
-¿Qué le parece que haya empresas que mantengan imputados en sus consejos o como asesores?
-La presencia de imputados revierte muy negativamente en la imagen que tiene la empresa entre los ciudadanos y sus clientes. A las empresas que los mantienen quizá les compensa ese deterioro de imagen porque obtienen otros beneficios.
-Los altos ejecutivos del Ibex cobran cien veces más que el sueldo medio de un trabajador. ¿Está justificado?
-Con la crisis se ha agravado la brecha salarial, es decir, la diferencia entre lo que gana el empleado medio y los altos directivos. Hoy día la brecha es enorme, en muchas ocasiones es un abuso por parte de los altos ejecutivos de las empresas puesto que son ellos mismos quienes fijan la retribución de los trabajadores y las suyas propias.
-Si tuviera que recordar una de las actuaciones más escandalosas del capitalismo a la española ¿cuál sería?
-Es difícil decirlo porque hay muchos. En la banca, por ejemplo, hemos visto cómo la labor de supervisión del Banco de España no ha estado a la altura de las circunstancias. Tanto el poder político como los propios bancos ejercen a veces una influencia excesiva sobre el Banco de España y limitan mucho su labor de vigilancia. También en este sector, uno de los grandes abusos por parte del poder político ha sido el indulto al Alfredo Sáenz, consejero delegado del Banco Santander que, con una condena firme, fue indultado por le Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero cuando ya había perdido las elecciones, lo hizo en el último Consejo de Ministros. Es una demostración del enorme poder de la banca y abre muchas incógnitas sobre las verdaderas razones de por qué lo hizo. Otra constante es la enorme influencia que el sector energético ejerce sobre el Gobierno a la hora de legislar. Es un lobby tan fuerte que influye de forma determinante en la fijación de las reglas del juego siempre en beneficio de sus propios intereses y no en el de los ciudadanos.
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