El presidente de Cepyme reivindica a la generación 'Debemos' frente a Podemos

Preguntado por la irrupción de nuevas formaciones políticas como Podemos, Garamendi ha recalcado: "Queremos estabilidad y que los experimentos se hagan con gaseosa". Aunque ha admitido que todas las opciones son legítimas, ha reclamado que se haga "poca demagogia y propuestas serias" y ha aprovechado para recordar la situación de Grecia y que "en una semana se puede echar todo por la borda".

El presidente de los pequeños empresarios ha comenzado su intervención en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Forum, reivindicando a la generación de la transición, a la que ha denominado "la generación Debemos" frente a la de Podemos, porque en aquel momento muchos españoles dieron "un paso al frente y se pusieron a trabajar para aglutinar y dialogar creando una sociedad civil casi de la nada que trajo la época de mayor estabilidad del país".

De Ciudadanos, la otra opción política en ascenso, ha criticado el contrato único que proponen y ha asegurado que "en el día a día de las empresas no es posible".

Falta de negociación

Garamendi ha dejado muy clara la falta de negociación que se está produciendo entre el Gobierno y los agentes sociales en relación con la reforma del sistema de formación, a pesar de las declaraciones de la ministra de Empleo de que se está haciendo dentro del diálogo social. Frente a la negociación con los sindicatos para alcanzar un pacto salarial, el presidente de Cepyme ha confrontado otra realidad en formación: "Con la ministra intentamos influir, pero no estamos negociando. La ministra es muy libre para hacer el decreto que tenga que hacer". Una frase que encerraba ironía porque Garamendi ha recalcado que "quienes mejor conocen sus necesidades de formación son las propias empresas y sustituirlas en esta tarea sería destruir un sistema que, aunque con errores, ha funcionado".

Las organizaciones empresariales y los sindicatos quedan excluidos de impartir formación en la reforma que Empleo puede llevar al Consejo de Ministros este viernes. "Somos partidarios del máximo control", ha dicho Garamendi, "pero también nos gustaría vigilar el efecto en las empresas". Como argumento, ha defendido que la formación es un instrumento de cohesión territorial porque las necesidades son las mismas en una empresa de una provincia que en otra.

Empresario / emprendedor

También ha disparado otra carga de profundidad al Ministerio de Empleo, que tan profusamente ha utilizado los términos 'Emprendimiento y emprendedores' en sus leyes y en su estrategia. Garamendi ha reivindicado el nombre de empresario frente al de emprendedor. "Cuando alguien crea una empresa es empresario y hay que estar muy orgulloso de ello. Cuando empezamos a denominar las cosas de otra manera porque nos da complejo o vergüenza, nos equivocamos". Y ha defendido, asimismo, hablar claramente de que están "para ganar dinero".

En cuanto a la negociación salarial, ha rechazado pronunciarse sobre qué subida máxima estaría dispuesto a aceptar para firmar el acuerdo de negociación colectiva porque en "la partida de mus" que están jugando la patronal y los sindicatos no quiere descubrir sus cartas. Cuando estaba próximo a alcanzarse un acuerdo con una subida salarial del entorno del 1%, Cepyme se ha descolgado con que no podía ser superior al 0,5% porque dos tercios de las pymes siguen en pérdidas. En ese sentido, ha reclamado moderación salarial como la del último acuerdo (donde la subida pactada era del 0,6% para el último año).

En el ámbito fiscal, Garamendi ha sido explícito. Ha calificado de "confiscatorio" los impuestos de sucesiones en la mayoría de las comunidades autónomas (están cedidos) y de patrimonio. Además, ha reclamado que se reduzca el tipo del Impuesto de Sociedades al 15-20% para las pymes (ahora está en el 25% para todo tipo de empresas". Y ha anunciado que apoyaría el voto para los partidos que incluyeran en sus programas electorales una rebaja de las cotizaciones sociales.