Fomento da marcha atrás en su reclamación a las aerolíneas para que bajen sus tarifas por el petróleo

Pero nada de pedirles directamente que repercutan en sus tarifas ese descenso de costes, pese a que así lo apuntó el pasado día 14 la propia ministra, Ana Pastor. «Este es un mercado libre y competitivo», dijo esta vez su número dos en un intento por justificar el cambio de tono hacia una posición más comprensiva con el sector, por lo que «el Gobierno no puede entrar en las estrategias de fijación de precios». Por eso, el encuentro se limitó a un mero intercambio de opiniones franco y muy positivo, apostilló Gómez-Pomar-, sin ir más allá, aparte de una declaración por su parte de que la bajada del precio del petróleo ofrece oportunidades para que los ciudadanos puedan beneficiarse, si bien en el caso de los billetes del transporte aéreo las ventajas vendrán determinadas por el grado de competencia.

Por parte de las aerolíneas, escuchar y poco más, sobre todo después de que lograran días atrás que Fomento cambiara el temario de la reunión para hablar, de forma genérica, sólo de sus políticas para 2015 y retirara de la convocatoria el planteamiento de que se analizara de forma específica el impacto de la reducción del coste del crudo en sus tarifas. Y eso que, en apariencia y con las cifras en la mano, al Ministerio no le faltarían razones para abordar la cuestión dado que en apenas medio año el precio del petróleo se ha reducido a menos de la mitad el barril de tipo Brent, referente en Europa, se pagaba este jueves a 48 dólares frente a los 115 que alcanzaba en junio de 2014- mientras que en los billetes el descenso apenas se ha notado salvo en ofertas comerciales puntuales.

'Pillados' por los seguros

Desde las patronales del sector, sin embargo, matizan que su capacidad real de bajar tarifas depende mucho de los precios que ya pactaron a futuro en los seguros de cobertura que contratan de forma periódica para evitar altibajos en el coste del carburante. Este supone entre un 30% y un 40% de sus gastos según las rutas que opere, frente al 20% que se dedica al personal y otro tanto las tasas. No obstante, la patronal internacional (IATA) estima que los billetes de ida y vuelta podrían bajar este año un 5,1%, eso sí, siempre que el crudo se estabilice en los niveles actuales, un descenso moderado si se compara con la previsión de que los beneficios de las compañías pueden alcanzar su nivel más alto en 10 años.

A la reunión también asistieron representantes del transporte marítimo, en concreto siete navieras, un operador turístico y la patronal del sector, ANAVE. Para su presidente, Adolfo Utor, si bien es cierto que el abaratamiento del crudo permitiría una cierta rebaja en sus tarifas, también hay que considerar que en la reciente época de crisis, con el petróleo en niveles mayores, tampoco esa subida se repercutió en nuestros precios. Por eso, considera que las empresas tienen ahora argumentos para dedicar ese ahorro generado en el combustible a invertir en su desarrollo y mejorar la flota, lo que a su vez redundará en beneficio de los usuarios.