El último adiós a Emilio Botín

La ceremonia ha comenzado cuando pasaban unos minutos de la hora acordada, las 16.30 horas, y sólo unos instantes después de la llegada de la viuda, Paloma O'Shea, que ha sido recibida entre aplausos por los ciudadanos y curiosos que allí se concentraban.

Paloma O'Shea, con traje oscuro y gafas de sol, ha respondido apretando sus manos hacia el público que se concentraba en los aledaños de la Catedral en señal de agradecimiento. Ha llegado más de media hora después que su hija mayor y nueva presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, que ha acudido acompañada de varias de sus hermanas y sobrinos cuando no eran aún las 16.00 horas.

Durante la ceremonia, oficiada por el dean de la Catedral, Francisco Sánchez, ha participado de forma activa varios de los nietos de Emilio Botín, como Carmen Ballesteros, hija de Carmen Botín y el golfista Severiano Ballesteros, que ha sido la encargada de una de las lecturas. Otros de ellos, han protagonizado varias de las plegarias.

La Homilía ha recaído sobre José Olano, sacerdote de la Parroquia de Santa Lucía -la familia Botín inicialmente solicitó celebrar la ceremonia en dicha iglesia pero ya estaba ocupada-. Olano, próximo a la familia Botín, ha resaltado las "muchas ganas de vivir" que tenía el banquero, algo por lo que, según ha reconocido, le ha "impactado más" el fallecimiento de un Botín que estaba "lleno de vida".

Además, lo ha descrito como un hombre "creyente" y "profundamente religioso", una faceta que ha querido sumar a las ya aludidas durante estos días en todos los medios de comunicación. Este sacerdote -uno de los siete que se encontraban en el altar- lo ha definido también como un hombre que ayudaba y que junto a los suyos formaban una familia "súper unida". Y ha señalado que estos rasgos de Botín sirvan de "estímulo" para que "pongamos nuestras capacidades al servicio" de la creación de una sociedad "más justa e igualitaria".

La ceremonia ha sido celebrada en un respetuoso silencio, sólo interrumpido por piezas de Bach, Schubert o Mozart, entre otros, y por el sonido de los abanicos -algunos improvisados con papel- que han servido para sofocar el calor que hacía en la Catedral.

Entre los asistentes, el presidente del Gobierno regional, Ignacio Diego, y la mayor parte de los consejeros, entre ellos, Miguel Ángel Serna (Educación), Frabcisco Rodríguez( Obras Públicas), Cristina mazas (Economía) y Leticia Díaz (Presidencia). También ha estado el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y el presidente del Parlamento, José Antonio Cagigas. En uno de los bancos estaba sentado también el piloto de Fórmula 1 Pedro de la Rosa, el Economista Guilermo de la Dehesa, la exministra, Isabel Tocino y e presidente de E.ON , Miguel Antoñanzas. Al terminal la ceremonía se han producido largísimas colas para dar el pésame.

La ceremonia se ha celebrado a iniciativa de la familia Botín, que había solicitado inicialmente que la misa funeral tuviera lugar en la Parroquia de Santa Lucía, en Santander, si bien no ha sido posible porque en ella ya había programado para esa hora otro oficio religioso, por lo que finalmente se ha optado por la catedral, debido a su capacidad.

En todos lo bancos había un programa de mano con la música que ha sonado durante la ceremonía. Ha intervenivo la Camerata Coral de la Universidad de Cantabria y Javier Galende al órgano. Para la salida del tempo el Ave verum Corpus K 618.

El presidente del Banco Santander falleció el pasado martes, día 9, a los 79 años de un infarto en Madrid y fue enterrado este jueves en un acto íntimo celebrado en el panteón familiar en la localidad cántabra de Puente San Miguel.

En la catedral caben alrededor de 500 personas de pie y otras tantas sentadas -en los bancos del templo y en la sillas que se ponen en los laterales para las grandes celebraciones-.

Por deseo de la familia, la catedral se ha decorado con nardos de color blanco, la flor favorita de Emilio Botín. Además, se han colocado lilium, paniculata, delphinium y lisianthus, todo de color blanco.