Secciones
Servicios
Destacamos
DIEGO MARÍN A.
LOGROÑO.
Lunes, 8 de junio 2020, 07:58
Hoy, Carlos Arratia, presidente del Club Voleibol Logroño, ofrece una rueda de prensa para dar explicaciones sobre por qué ha decidido no inscribir al primer equipo, el May Deco, vigente campeón, en la Liga Iberdrola. La noticia, desde fuera, puede sorprender, pero no tanto ... desde dentro, a pesar de ser un proyecto consolidado y que desaparece, cabe destacarlo, sin adeudar un solo euro a nadie.
¿Por qué, entonces, se disuelve si el club no tiene deudas y triunfa, con una veintena de títulos en sus dieciséis años de historia, desde su fundación en Murillo hasta su traslado en Logroño, dieciocho de ellos de máxima categoría? La respuesta es sencilla: hartazgo. La lucha de Carlos Arratia por cuadrar el presupuesto anualmente le ha hecho negociar con instituciones públicas y empresas privadas en busca de una igualdad que no llega entre el deporte masculino y femenino, puesto que su sueño era competir en la Champions League.
El club se fundó en el 2004 con un equipo juvenil en Murillo y siete años después logró el ascenso a Superliga, siendo finalista de la Copa de la Reina que ganó el Haro en Salou. En el 2013 comenzó su hegemonía con la contratación de su primer entrenador, Charly Carreño, ya que hasta entonces Arratia había ejercido de directivo (la presidenta inicial fue María Jesús López), técnico y director deportivo, un auténtico hombre orquesta, convertido, al final, también en patrocinador.
Fueron años dorados, sobre todo a partir de 2014, con el traslado a Logroño y la entrada de Naturhouse como patrocinador principal, lo que permitió al equipo jugar competición europea. Y no lo hizo mal, en el 2015 a punto estuvo de entrar en la 'final four' de la CEV Cup, pero cayó en cuartos ante el Beziers. Después también perdió en cuartos de la Challenge Cup ante el Bursa BBSK (2017) y el Olympiacos (2018), ambos a la postre campeones de la competición. Y todo eso a pesar del carrusel de entrenadores que pasaron por el banquillo, a la sazón: Carreño, Berenguel, Collin, Gallardo y López Arroyo (casi uno por año si se cuenta el esporádico regreso de Arratia entre el penúltimo y la última).
También a pesar de la caída de la expectación, puesto que, aunque los derbis riojanos de los años 2012 y 2013 llegaron a congregar a más de mil personas de público en cada duelo, y a pesar de las buenas cifras de la temporada 2018-19, con una media de más de 300 espectadores por partido en Lobete, lo cierto es que esta última campaña muy puntualmente se han superado los 200. Reflejo de la masa social del club, con medio centenar de socios, casi los mismos que miembros de sus dos peñas. Solo cabe preguntarse qué será del centenar de jugadoras de la cantera.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.