Bautista cae ante Djokovic

Con su triunfo, Djokovic, de 29 años, que tuvo molestias en un hombro durante el partido, se convirtió en el primero en superar los 100 millones de dólares en ganancias, al sumar 323.303 dólares a los 99.673.404 que ya tenía en el banco antes de Roland Garros.

"Roberto es un muy buen jugador sobre tierra batida. Tengo la sensación de haber jugado tres partidos contra él. Físicamente y mentalmente no ha sido fácil pero estoy muy contento de haber acabado hoy", dijo el serbio.

En la tercera reanudación de un partido que parecía interminable, Djokovic continuó su remontada del martes bajo la luvia logrando un break de inicio y confirmándolo a continuación para llevarse la manga (6-1).

Pero Bautista volvió a entrar en calor y fue capaz de igualar el nivel del número uno, que ofrecía fisuras en su juego, con más fallos de los habituales. En la cuarta manga el español no desaprovechó su primera bola de rotura y se situó 4-2. A pesar de las dudas, 'Djoko' fue capaz de elevar su tenis y lograr el pase a cuartos, con su segunda bola de partido, en tres horas y 12 minutos.

"Entré en la pista con concentración e intensidad, espero tener energía mañana", dijo desde la central Djokovic, ataviado con un gorro amarillo, después de haber levantado al público bromeando con un recogepelotas, al que pidió que le siguiera en los saludos a los aficionados.

Carla, tampoco

En el cuadro femenino, Carla Suárez, 12ª cabeza de serie, también fue eliminada en los octavos, por la kazaja Yulia Putintseva (60ª WTA), que venció a la española en dos mangas, por 7-5 y 7-5, en dos horas y dos minutos de juego.

Putintseva buscará ahora la gesta en cuartos frente a la número uno mundial, Serena Williams, que este miércoles ganó por un doble 6-1 a la ucraniana Elina Svitolina en la Philippe Chatrier.

Suárez no comenzó con buen pie en la pista 2. Concedió una rotura de inicio y con su segundo servicio salvó tres bolas de 'break'. Luego logró equilibrar el encuentro, pero Putintseva, una tenista aguerrida convertida en una pared a la hora de devolver pelotas, cometió menos errores y se llevó el partido.