Secciones
Servicios
Destacamos
Enric Gardiner
Domingo, 20 de agosto 2023, 01:38
Punto de partido en contra y Hubert Hurkacz tiene una derecha cómoda a media pista. El partido está perdido al 90 %, pero el polaco, con la victoria en la mano, manda el golpe un metro fuera. Acaba de perder la oportunidad de derribar a Carlos ... Alcaraz por 6-2 y 6-4. En otras palabras, una paliza. Le ha concedido una vida extra al murciano, que vuelve a verse contra las cuerdas en el 'tie break' del segundo set; 4-1 a favor del polaco, a tres puntos del triunfo. Y vuelve a implosionar. Lo tira todo por la borda y permite que Alcaraz renazca. Ya no regaló más el español, que sobrevivió a un infierno de partido (2-6, 7-6 (4) y 6-3) para clasificarse a la final del Masters 1.000 de Cincinnati.
Estuvo en la ducha durante varios minutos, pero jugará su final número ocho del año, la primera de su carrera en estas pistas.
Y eso que Hurkacz llegó a merecer jugar por ese título, al menos hasta esa derecha a media pista con 5-4 a favor en el segundo set. Había hecho hasta ese punto un partido prácticamente perfecto, salvando cinco bolas de 'break' en el primer parcial y tres en el segundo. Su saque era un cañón que volaba con regularidad más allá de los 200 kilómetros por hora y que besaba línea tras línea. Estaba muy cómodo el polaco, aprovechando también el desgaste físico del español, que acumulaba más de ocho horas en pista durante la semana, más que ningún otro semifinalista.
Pero a partir de esa derecha defectuosa, todo cambió. Hurkacz desperdició su momento y aunque en el desempate del segundo parcial lo tuvo a tiro, con 4-1 a favor, solo fue un espejismo. No volvió a ganar un punto en ese 'tie break', los perdió todos, sin necesidad de que Alcaraz, más allá de un 'passing' espectacular, hiciera nada del otro mundo. El set lo había perdido el propio Hurkacz.
Como ya le pasó en Wimbledon ante Novak Djokovic, cuando pudo ganar tres sets y solo se llevó uno, Hurkacz se arrugó en el momento de la verdad. Y ante un número uno del mundo como Alcaraz, eso es condena de muerte.
Cuando arrancó el tercer set, las tornas habían cambiado, y el lenguaje corporal de Alcaraz exhibía una superioridad que se comía a la pálida cara del polaco, que sabía que había pasado de protagonista a víctima.
En cuanto volvió a disfrutar de pelotas de rotura Alcaraz, ya no hubo espacio para más perdón. Tras diez bolas perdidas, a la undécima por fin llegó el 'break'. Dos horas había esperado Alcaraz para quebrar el saque de Hurkacz, ya no se podía perder la ventaja.
El español ya no tuvo ningún sobresalto más, cerró por 6-3 y se marchó a descansar, mientras Novak Djokovic esperaba su turno jugando al parchís en la sala de jugadores.
Alcaraz disputará este domingo la final de Cincinnati, la quinta de Masters 1.000 en su carrera, con el privilegio de haberlas ganado todas anteriormente.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.