Javier Bragado
Viernes, 6 de mayo 2016, 23:32
El principal aliciente del duelo de cuartos de final de Madrid entre Milos Raonic y Novak Djkovic consistió en observar cómo respondía el serbio a los poderosos saques del canadiense. En la batalla de artillería pesada el belgradense supo responder a lanzamientos que alcanzaron con ... frecuencia más de 200 kilómetros por hora ante la imperturbable insistencia del gigante americano. Sólo por la capacidad del balcánico se explica que únicamente encajara cuatro puntos de saques directos en más de hora y media de partido. De hecho, la calidad del número 1 del ranking permitió una discusión en la que otros habían claudicado por la constancia.
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El principal problema para Raonic consistió en que desperdició sus dos bolas de rotura en el segundo set porque en el primero una vez que perdió su servicio entregó la bandera. Sin embargo, el inicio de la segunda manga resultó exigente para ambos con casi media hora de competición para tres juegos con oportunidades perdidas por uno y otro en una maratoniana sesión de restos. Ya con la rotura en su bolsillo, Nole trató de aguantar con su saque y buscar alguna oportunidad ante su bombardero pero no llegó. En cambio, Raonic sí encontró una inesperada oportunidad para romper el servicio de su oponente con 5-4 en el marcador. No abrochó su opción y el serbio se impuso 6-3 y 6-4, por lo que se enfrentará en la final del torneo al japonés Nishikori.
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